SOCIEDAD
› CREEN QUE FUE VICTIMA DE UN SECUESTRO EXPRESS
Asesinato de un empresario
Un empresario, dueño de una fábrica de chapas galvanizadas del partido de Quilmes, fue hallado asesinado de un balazo en el interior de su auto, en Claypole, partido de Almirante Brown, una hora después de haber sido secuestrado a la salida de su trabajo. Se trata de Juan Carlos Micelli, de 32 años, quien según los investigadores habría sido víctima de un secuestro express que no llegó a consumarse, aunque se ignora por qué lo mataron. Antes de escapar, los delincuentes le robaron 1000 pesos y un teléfono celular.
Para esclarecer el caso, los investigadores judiciales a cargo del fiscal de Lomas de Zamora Juan José Vaello intentan reconstruir las últimas horas de la víctima. Así, pudo establecerse que, ayer al mediodía, Micelli se retiró de su fábrica, ubicada en San Francisco Solano, partido de Quilmes, y se dirigió a un lavadero de la zona para retirar su flamante Renault Clío.
De acuerdo con los testimonios recogidos, al salir del lavadero, el empresario fue interceptado por al menos cinco delincuentes que se desplazaban en un auto color rojo. Lo que pasó después es la clave del caso y es lo que los investigadores judiciales intentan reconstruir. Se estableció que al menos dos de los delincuentes se pasaron al Clío y se llevaron a Micelli, privado de la libertad.
La principal hipótesis es que los delincuentes secuestraron a Micelli con fines extorsivos, aunque al parecer no llegaron a concretar el llamado para pedir el rescate. Por causas que se desconocen, al llegar a la esquina de Rinconada y Collet, en Claypole, Micelli fue abandonado, ya sin vida, con un balazo en el abdomen. El disparo tuvo orificio de entrada y salida, y una cápsula de 9 milímetros quedó en el interior del Clío.
Una vecina que hacía las compras cerca de allí se convirtió en testigo clave del caso, pues vio el momento en que los delincuentes se bajaban del auto Clío, abandonaban a Micelli asesinado, y se subían a otro coche para emprender la fuga.
La policía y el fiscal Vaello determinaron que los delincuentes se llevaron al menos 1000 pesos de la víctima y su teléfono celular. Tras el crimen, dos empleados de Micelli en la fábrica fueron interrogados y ambos coincidieron en que no recibieron ningún llamado donde les pidieran dinero por la vida de su patrón. Por el shock que sufrió al enterarse del crimen, la mujer de Micelli aún no pudo ser interrogada, y se espera su evolución para confirmar si fue llamada por los delincuentes.