El boxeador Rodrigo “La Hiena” Barrios fue detenido ayer tras la confirmación, hace un mes, del fallo por el que había sido condenado a raíz del homicidio culposo de la joven Yamila González. Casación bajó la pena de cuatro años a tres años y siete meses, además de siete años de inhabilitación para conducir. Todo indica que Barrios deberá cumplir algo menos de dos años de prisión para poder acceder a las salidas transitorias y medio año más tarde podría obtener la libertad condicional. Son muy pocos los casos de homicidio culposo en los que la pena es efectiva. El hecho de que La Hiena huyó y esquivó el test de alcoholemia durante horas agravó su situación. En cambio, no hubo mayor pena por el hecho de que Yamila estuviera embarazada.

Barrios estaba entrenándose en su propio gimnasio, en Junín, porque en su cabeza siempre estuvo reaparecer. Como era de esperar, la Justicia de Mar del Plata ordenó su detención porque es lo que suele ocurrir después de que un fallo en el juicio oral es confirmado por la Casación. La doble condena es el llamado doble conforme del que habló la Corte Suprema en varias oportunidades. Entre lo decidido por Casación y lo resuelto en el juicio oral sólo hubo pequeñas diferencias, por lo que el tribunal de Mar del Plata dio por confirmada la pena. Ayer, La Hiena era llevado a los tribunales marplatenses, quedaría en el penal de Batán por unos días, pero luego pedirá el traslado a Campana o a la unidad ubicada en el Camino del Buen Ayre, porque en esas prisiones podría estar cerca de su familia.

Como se recordará, La Hiena conducía su camioneta de manera poco controlada a fines de enero de 2010. En La Feliz chocó de atrás a un 147 conducido por Guillermina Molina y ésta perdió el control del vehículo y atropelló a Yamila, que venía cruzando tranquilamente la calle. La Hiena alegó que se fue a toda velocidad porque temía ser linchado por la gente allí. En su huida también chocó con otro vehículo. Lo cierto es que se presentó seis horas más tarde, tiempo en el que se supone que un pugilista experimentado como él pueda aplicar los métodos para que se fuera absorbiendo el alcohol en sangre.

En el juicio oral, La Hiena fue condenado a cuatro años de prisión y ocho de inhabilitación por el delito de homicidio culposo, que significa matar sin intención, pero con grave negligencia. La pena no es la del homicidio intencional, de ocho a 25 años de prisión, sino menor: de dos a cinco años de cárcel, tratándose de un hecho de tránsito.

En la Argentina y en el mundo, las penas son más que variadas. El culpable puede tener una pena condicional, nada más que unos meses de cárcel o hasta 15 años en prisión. Se recuerda el caso de Sebastián Cabello, condenado por el Tribunal Oral por el homicidio de Celia González Carman y su hija, supuestamente corriendo una picada. El Tribunal Oral lo condenó a doce años de prisión, pero luego la Cámara le redujo la pena a tres años. Salió en libertad condicional por haber cumplido dos años. En Uruguay, el relacionista público Gaby Alvarez se peleó con su acompañante, atropelló y mató a Gloria Pérez del Cerro y a Fernando Cichiari. Alvarez estuvo 18 meses preso. En España, el bailaor flamenco Farruquito atropelló y mató a un peatón conduciendo en estado de ebriedad. Además, huyó y estuvo prófugo. Fue condenado a tres años de prisión y cumplió 14 meses. En Estados Unidos, todo depende del estado en el que se produce el hecho. Hay casos famosos en que el conductor estuvo preso unos pocos meses y estados en que las penas llegaron hasta los 15 años de prisión.

Según cuentan, Barrios ya esperaba esta decisión del Tribunal. Es que cuando la Casación confirmó la pena, presentó un recurso extraordinario, que la propia Cámara rechazó. En esas condiciones, era inminente su detención. Ahora tendrá que esperar la decisión de la Corte Suprema, pero será en la cárcel. Como siempre, los cálculos varían. Buena parte de los penalistas consultados por este diario coincide en que no tendrá posibilidades de pedir salidas transitorias o una prisión morigerada hasta dentro de 20 meses.

En forma paralela corre la causa civil por daños y perjuicios. Por ahora no hubo acuerdo y el proceso amenaza con ser largo.

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