Por segunda vez en poco más de un mes, el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Beliz, informó que están bajando los índices del delito en la ciudad de Buenos Aires. Entre los meses de enero y agosto, la caída fue del 4,8 por ciento respecto de igual período del año pasado. En números sencillos, demostrativos de la tendencia, lo que surge de la estadística oficial es que se produjeron 27 delitos menos cada día, si se comparan las cifras actuales con las de 2002. “Lejos de caer en el triunfalismo, esto nos tiene que convocar a seguir trabajando con responsabilidad para que las cifras disminuyan todavía más y de un modo sostenido”, afirmó Beliz en una conferencia de prensa ofrecida en la Casa de Gobierno. También admitió que hay más denuncias de casos de violación: de 15 por mes pasaron a 18. En total, hubo 142 casos en los mismos ocho meses de este año.
Beliz precisó que disminuyeron un 6,16 por ciento los delitos contra la propiedad y un 6,27 por ciento la cantidad de robos y hurtos. Estos dos rubros constituyen los que provocan más temor entre las víctimas. La caída de los robos a mano armada fue del 12,87 por ciento, mientras que cayó en un 29,4 por ciento el total de robos y hurtos de automóviles. Esto significa que 4372 personas menos sufrieron la sustracción de vehículos. La estadística oficial fue realizada por la Dirección Nacional de Política Criminal y, en el caso de los autos, los datos son coincidentes con los que maneja la Asociación Argentina de Compañías de Seguros.
De acuerdo con los datos que maneja la entidad, en los primeros ocho meses de 2003 la disminución de los robos llegó al 31 por ciento, respecto de lo ocurrido en 2002. Para Beliz, la tendencia marca un “descenso continuado” respecto de la perspectiva que se planteaba en el primer semestre del año. “Sólo en agosto de 2003 hubo 699 robos y hurtos de autos menos que en 2002, lo que significa un total de 23 autos menos robados por día en la ciudad”, insistió el ministro.
Otro aspecto importante, según destacó Beliz, fue la baja en el número de los homicidios dolosos, es decir aquellos en los que hay intención de matar. Hubo una baja pronunciada en los casos ocurridos en la vía pública, que pasaron del 41 por ciento en 2002 al 32 por ciento registrado en el 2003. Según Beliz, la disminución está asociada “a la mayor presencia policial en la calle”. A pesar de la baja general en los homicidios dolosos, se registró una mayor cantidad de hechos en domicilios, pasando del 34 al 48 por ciento, del 2002 al 2003, “y en horarios nocturnos”.
Otro aspecto positivo señalado por Beliz fue el incremento en el esclarecimiento de los casos de homicidio doloso. El porcentaje creció del 42 al 45 por ciento. En materia de secuestros extorsivos, el ministro dijo que los índices siguen en el mismo nivel. Hubo ocho casos en la Capital Federal, es decir el mismo número que en 2002. Beliz acotó que las cifras son “diametralmente menores a los lamentables hechos que se están cometiendo en el Gran Buenos Aires”.
El funcionario subrayó que los datos estadísticos tienen “una total transparencia”, que atribuyó al método utilizado para la medición. “Esto no viene desde la actual gestión sino que se está desarrollando desde hace seis años”, aludiendo a la labor de la Subsecretaría de Política Criminal, cuyo titular es Mariano Ciafardini. En la reunión de prensa estuvo el secretario de Seguridad, Norberto Quantín, quien aclaró que si bien los datos registrados “no dejan de ser importantes”, todavía están “muy lejos de lo que queremos aunque de todas formas marcan una tendencia”.
Quantín resaltó que “la disminución es mayor en los delitos contra la propiedad”, que son “los que más hacen temer a la sociedad”. El otro punto destacable, según el secretario de Seguridad, “es la baja de los robos a mano armada, que son los delitos más violentos”. Esta caída, dijo, responde “directamente al accionar de la policía en la vía pública”. Habló también de un aumento en el esclarecimiento de las violaciones, delitos en los cuales hay un alto porcentaje de “naturaleza social” y en “un 85 por ciento de los casos sus autores son conocidos de las víctimas”.