SOCIEDAD › LOS MINISTROS DE SALUD DEL PAIS ACUSAN A LOS ANESTESIOLOGOS DE “ACTITUDES EXTORSIVAS”
El Consejo Federal de Salud declaró su preocupación porque las asociaciones profesionales de anestesistas impiden cubrir todos los puestos necesarios, bloquean la formación de nuevos especialistas y dificultan el acceso a la salud de los ciudadanos.
› Por Pedro Lipcovich
Los ministros de Salud de todas las jurisdicciones del país, de acuerdo con el Ministerio de Salud de la Nación, se pronunciaron contra las “actitudes extorsivas” que atribuyen a las asociaciones de anestesiólogos, a las que acusan de “una tendencia de posición dominante que compromete el derecho de todos los habitantes a acceder a prestaciones quirúrgicas fundamentales”. La “posición dominante” se sustentaría en que estas sociedades, que controlan la formación y la matrícula en la especialidad, mantendrían muy limitada la cantidad de profesionales: de 120 residencias de formación en todo el país, sólo funcionan 80 y con cupos reducidos. Según los ministros, los anestesiólogos suelen negarse a trabajar en relación de dependencia y lo hacen mediante contratos de provisión de servicios: “Ellos fijan las condiciones y, si la provincia no las acepta, se queda sin cobertura de anestesia”, graficó un ministro. Los responsables de la salud en todo el país denuncian la falta de anestesistas en muchas localidades y en servicios críticos como la atención de partos de alto riesgo.
El documento se aprobó, por unanimidad, en la última reunión del Consejo Federal de Salud (Cofesa); lo suscriben los ministros de Salud de todas las provincias del país y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En su texto, los ministros “declaran su preocupación acerca del derecho efectivo al acceso a la salud a causa de la falta de cobertura efectiva y de profesionales especializados en anestesiología, que se vive especialmente en el sistema público de salud a lo largo de todas las jurisdicciones de la Argentina”. Denuncian que “en los últimos años se acentúa una tendencia de posición dominante por parte de las asociaciones de esta especialidad que compromete el derecho a acceder a prestaciones quirúrgicas fundamentales que constituyen una parte esencial del sistema sanitario”.
En ese marco, “los ministros expresan su inquietud frente a las actitudes extorsivas de cualquier expresión corporativa profesional que ponga en riesgo y cuestione el rol social del trabajo en salud, y declaran su firme compromiso de actuar en forma contundente, colectiva y organizada para garantizar el derecho de todas las personas al acceso efectivo a la salud”.
Según puntualizó Mario Rovere, viceministro de Salud de la Nación, “es infrecuente que todos los ministros manifiesten su inquietud sobre un mismo tema, como ha sido en este caso. El Ministerio de Salud recoge esa preocupación y procura fortalecer la posición de los ministros”.
Rovere explicó que “el mercado de trabajo de los anestesistas está en una situación de suboferta programada, una escasez deliberadamente dispuesta por las sociedades de anestesiología”. Un factor clave para esta escasez programada es que “las sociedades de anestesiología regulan el acceso a la condición de especialista, mediante cursos y residencias. El Estado nacional intenta expandir la oferta de formación, pero las sociedades de anestesiología no acompañan”. Concretamente, “la Nación financia las residencias de formación profesional: en este orden, ha transferido a las provincias la capacidad para tener 120 residencias en anestesiología, pero sólo ha sido posible cubrir 80”. Y, dentro de cada una de las residencias que logran abrirse, la respectiva sociedad fija cupo. No es que falten aspirantes: “Las residencias de anestesiología son las que tienen la más alta cantidad de aspirantes en todo el sistema –señaló Rovere–: no faltan vocaciones, sobran. Es cierto que ganan muy, muy bien”.
Los anestesistas se nuclean en sociedades provinciales que a su vez se reúnen en la Federación Argentina de Asociaciones de Anestesia, Analgesia y Reanimación (Aaaar). “La negociación la conduce la sociedad profesional de cada provincia: incluye la actividad asistencial, el trabajo de los instructores de residentes y la fijación de cupos en las residencias: así, se cruza el mecanismo de empleo con el de formación”, y el resultado es la “posición dominante” denunciada por los ministros. Esto se reforzaría porque, “en la mayor parte de las provincias, las sociedades de anestesiología han logrado que estos profesionales no sean ya trabajadores sujetos a las pautas y acuerdos del sistema de salud, sino que hacen, en cada caso, contratos de provisión de servicios. Por eso la situación es otra que las que se plantean con distintos gremios de profesionales”, precisó el viceministro de Salud de la Nación.
Según graficó Carlos Ramos, ministro de Salud de Entre Ríos, “la sociedad entera está presa, está en emergencia, en manos de los anestesistas; toda la población del país depende de las decisiones corporativas de estas personas a quienes la sociedad otorgó su título profesional para que brinden salud a la comunidad, pero terminan extorsionando y poniendo vidas en riesgo. Forman grupos cerrados, no permiten que nuevos profesionales se especialicen; si alguien de todos modos logra formarse le bloquean la matrícula; si alguna jurisdicción decide plantear la extrema gravedad de lo que hacen, la declaran ‘lugar inhóspito’ y se niegan a prestar servicios allí”.
“Para fijar sus remuneraciones –continuó Ramos– exigen acuerdos específico con cada uno de ellos, donde se establecen sumas de dinero y condiciones abusivas; si la provincia pretende negociar esas condiciones, el anestesista corta la prestación de servicios y la Aaaar no permite que ningún otro cumpla ese trabajo. Negocian por separado para aprovechar las necesidades de cada jurisdicción, pero se sostienen en el poder de extorsión de la Aaaar a nivel nacional.”
Luis Martínez, ministro de Salud de Santiago del Estero, señaló que “ya en la reunión anterior del Cofesa, que se efectuó en marzo en nuestra provincia, varios ministros planteamos esta situación, especialmente las dificultades que tenemos para cubrir puestos esenciales. Las exigencias que plantean los anestesiólogos se alejan de toda actitud solidaria y de toda consideración por las necesidades de los servicios de salud”.
Página/12 procuró comunicarse con la Federación Argentina de Asociaciones de Anestesia, Analgesia y Reanimación (Aaaar), pero no obtuvo respuesta.
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