Luego de un pedido de la Defensoría del Público en representación de varias familias que llevan meses sin agua potable y habitan en las manzanas 9 y 10 del barrio Los Piletones, ubicado en el sur de la ciudad de Buenos Aires, la jueza Elena Liberatori ordenó el pasado 13 de julio, mediante una medida cautelar, que el Gobierno de la Ciudad provea este servicio “en el término de 48 horas”. Sin embargo, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires apeló la orden: alegó que las familias serán relocalizadas porque habitan en manzanas inviables para la urbanización.

Las cuadras en las que habitan estas familias están afectadas por las “obras de refuncionalización del lago Soldati y es por ello que carecen de agua potable hace varios meses”, explicó a este diario el defensor Ramiro Dos Santos Freire.

Según Dos Santos Freire, “estas familias deben caminar varias cuadras para conseguir este servicio básico”, por lo que el fallo de Liberatori “dictó la orden de proveer agua accesible en los términos que el GCBA lo considere más conveniente. No se trata de una inversión muy costosa”, explicó el defensor.

Sin embargo, el “Gobierno de la Ciudad decidió apelar de una forma incomprensible, que no se puede leer más que como un intento de demorar las cosas porque es algo que tendrá que hacer de todas formas aun con la apelación”, amplió Dos Santos Freire.

A partir de la acción conjunta de los defensores públicos Lorena Lampolio y Dos Santos Freire, que trabajaron con los equipos interdisciplinarios del Ministerio Público de la Defensa, se asumió la representación de una gran cantidad de familias que carecen de este servicio.

“Se trata de varias manzanas en proceso de reurbanización, pero hay algunas que el GCBA dice que están sobre el lago Soldati y que resultan inviables a estos fines, por lo que en algún momento las familias serán relocalizadas”. Mientras tanto, los habitantes de estas cuadras viven en “situación precaria sin servicios y expuestos a enfermedades e infecciones”, advirtió el defensor.

Informe: M. F. R.