Un día alguien se preguntó ¿y las mujeres arquitectas dónde están? Si habían construido palacios, diseñado jardines, ideado ciudades, marcado tendencias, ¿cómo era posible que los libros de arquitectura las ignoraran? Aunque el tiempo del relato es el pasado, la historia de la que hablamos no es tan lejana. Y el intento de subsanarla es muy reciente. El 8 de marzo de este año nació Un día, una arquitecta, un proyecto que, a través de un blog y una cuenta en facebook, difunde cada día la historia de una mujer arquitecta de cualquier punto del planeta que hasta el momento era desconocida a pesar de haber hecho mucho. “Sabemos que en la historia de los derechos y acceso a oportunidades de manera general, y en especial de las mujeres, no ha sido fácil, que nada se consigue sin luchar, por ello consideramos importante aportar nuestro granito de arena”, dicen sus impulsoras.

“La presencia de las mujeres en los libros de historia de la arquitectura es muy escasa. Si contamos la cantidad de veces que se mencionan a arquitectas en estos textos es inclusive inferior a bases de datos generales y enciclopedias. Esto genera una falta de referencias y modelos para las profesionales”, explican Zaida Muxi e Inés Moisset, arquitectas y profesoras, vía e-mail desde España y Córdoba, respectivamente.

La idea de dedicar un día durante un año a una mujer arquitecta fue de Moisset. Al conocerla, Muxi quiso unirse al proyecto, ya que lleva tiempo trabajando en la tarea de visibilizar y redescubrir mujeres que han sido arquitectas y que la historia ha borrado. “Y de este germen se comenzó a tejer la red entre colegas que nos interesa el tema, que nos preguntamos por qué se conocen tan pocas mujeres en la arquitectura cuando ya hace décadas que en muchas facultades, especialmente en América latina, las mujeres estudiantes tienen una presencia del 50 por ciento”, dicen. Finalmente, el equipo quedó conformado por quince colegas de este y el otro lado del Atlántico. De Argentina: Lorena Fernández, Cecilia Kesman, Florencia Arciani, Cayetana Mercé y Gueni Ojeda; de Uruguay: Daniela Arias; de Perú: Cristina Dreiffuss; de Ecuador: Verónica Rosero; de El Salvador: Sandra Gutiérrez y Sofía Rivera, y de España: Eva María Alvarez, Inés Novella, Joaquim Quixal,

“El estudio de mujeres olvidadas lleva además a la reflexión de que el olvido no es un tema puntual o casual que le ocurrió a un determinado personaje histórico, sino que es una tendencia con claros patrones lo que comienza a aparecer. Como dice Eli Bartra: ‘Uno de las interrogantes con las que ha arrancado a menudo la investigación feminista es, simplemente: ¿dónde están las mujeres?’”, se explayan Muxi y Moisset.

De las 365 arquitectas redimidas del olvido, una treintena son argentinas (ver aparte).

–¿Qué tipo de biografías rescatan?

–Nos hemos propuesto que sean arquitectas, que hayan estudiado formalmente, con la excepción de las nacidas antes de 1900, y en cierta manera al no ser este un trabajo de investigación de primera mano hemos recogido nombres que están reseñados en trabajos de investigación. En el caso de las arquitectas contemporáneas hicimos un listado por conocimientos de trayectorias. Existe una producción increíble y de alta calidad, que no estaba a disposición en las bibliografías habituales.

Entre todas construimos el listado de 365 mujeres, que ya tenemos superado, por lo que es probable que continuemos más de un año, y luego nos repartimos el trabajo.

El listado abarca desde 1900 hasta nuestros días, intentando rescatar la mayor diversidad de nacionalidades y las diversas prácticas de la profesión: proyecto, diseño, reciclaje, enseñanza, teoría, urbanismo, curadurías, etc. En última instancia, esto también significa replantear qué significa la disciplina, habitualmente centrada en el héroe o el genio, el arquitecto blanco que se dedica proyectar y construir edificios. “Igualmente hemos detectado proyectos arquitectónicos exquisitos y altamente inspiradores realizados por las arquitectas que la historia no reporta”, dicen.

–¿Cómo fue recibido el proyecto en sus espacios de trabajo como arquitectas? ¿Cómo lo tomaron los colegas varones?

–Creo que cada una habrá tenido su respuesta –dice Moisset–, en particular Zaida en Barcelona ha recibido muchos elogios y palabras de apoyo y de asombro por la calidad de las profesionales reseñadas y por lo increíble que resulta su invisibilidad. A través del blog (https://un diaunaarquitecta.wordpress.com) y del facebook hemos recibido mucho apoyo y palabras de aliento. Mencionamos las de docentes de varias universidades iberoamericanas que han escrito agradeciendo por tener ahora material a disposición, así como arquitectas que se han sentido identificadas con alguna biografía en particular. Como ya comentamos, el material sobre arquitectas es escaso y en su mayoría escrito en otros idiomas. Quienes redactamos hacemos un verdadero esfuerzo para conseguir material y presentarlo en español, para que pueda ser compartido en la comunidad hispanohablante. Creo que no se ha generado rechazo porque es tan incuestionable, mostramos mujeres de tanta valía, que es más bien al contrario, es una demostración que debemos cambiar los patrones y valores para construir las diferentes historias. Hay colegas varones que se han sumado como invitados para redactar algunas biografías particulares y también hay quienes difunden y comparten cotidianamente los contenidos de Un día, una arquitecta.

–¿Cómo sigue el proyecto?

–Tenemos muchos planes, posiblemente un simposio. De todas maneras, en el grupo hay arquitectas que ya trabajan en la visibilización desde la prensa, la docencia y la investigación. Esto multiplica la difusión de nuestros esfuerzos. A un mes y medio de iniciar, nos hemos dado cuenta de que debido al formato y a la regularidad el blog y la página facebook, el trabajo está teniendo un gran impacto. Seguiremos haciendo un esfuerzo para lograr que el blog se conozca tanto en ámbitos especializados como con el público general.