El presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, aseguró que la compañía no vendió más pasajes de los disponibles en las aeronaves y que no hubo vuelos suspendidos, sino “reprogramaciones para adecuar recursos y demandas”. “No hay cancelaciones (de servicios). Los vuelos están a la venta y la gente está embarcando”, informó Recalde por la mañana. El presidente de la aerolínea de bandera también detalló que “es muy común en esta industria” la reprogramación de servicios, ya que, “por ejemplo, a dos vuelos con poca ocupación se los consolida en uno solo y los pasajeros en lugar de a las 10 salen a las 11”. Por las vacaciones de invierno, informó el funcionario, el último fin de semana unos 350 aviones transportaron hasta 35 mil pasajeros cada día. Por su parte, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, acompañó las palabras de Recalde al negar que haya habido “un solo pasaje sobrevendido” y atribuyó los cambios de horario a “problemas técnicos” y “problemas climatológicos en los destinos”.

En entrevista televisiva, Recalde aseguró que “hay una campaña no sólo para generar caos, sino para no vender pasajes” y subrayó la necesidad de “aclarar que está abierta la venta a cualquiera de los 36 destinos donde ahora vuela Aerolíneas dentro del país o cualquiera de los internacionales”.

Ver a la aerolínea de bandera “como una unidad de negocios es una visión sesgada propia de un proyecto de país que ya vivimos los argentinos, que conocemos lo que es administrar con los principios de dejar en manos privadas recursos estratégicos del Estado”, dijo Recalde. El funcionario, por otra parte, acotó que en su gestión es prioridad la conectividad aérea entre distintos puntos del país, porque “es estratégica para la integración” y “para el crecimiento de los destinos turísticos que generan puestos de trabajo e ingresos para el país”.

Para el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, las demoras y cancelaciones en los servicios de Aerolíneas Argentinas se debieron a “problemas técnicos” y “problemas climatológicos en los destinos”. “Se han producido estas situaciones, pero no hay un solo pasaje sobrevendido, de ninguna manera. Ni uno solo. Pero esta situación (de cancelaciones y demoras) se produce y hay que solucionarlo de la mejor manera posible y rápida”, señaló el funcionario.

“Hablo permanentemente con (el presidente de Aerolíneas Argentinas) Mariano Recalde. El tema es que se han vendido muchos vuelos, más de los esperados para estas vacaciones. Para esta temporada hay vuelos completos, y también hay vuelos que han tenido algunos problemas porque hubo dos aviones con problemas técnicos y quedaron fuera de servicio, vuelos que quedaron frenados en el Aeroparque Metropolitano por problemas de clima en los destinos como Bariloche o Chapelco, vuelos para Iguazú”, detalló el ministro coordinador en su encuentro matinal con la prensa en Casa Rosada.

“Al estar completos en el pasaje se hace imposible también reasignar los pasajeros de una forma rápida y poder cumplir con ellos; se han buscado aviones de otras características para poder hacer los traslados más rápidos”, indicó Fernández.

Lo que ocurrió con los servicios de Aerolíneas Argentinas, añadió, “es un problema de no poder aterrizar. Pasa lo que puede pasar en cualquier país del mundo: si no hay forma de bajar el avión, no se puede bajar” y el servicio debe postergar los horarios establecidos.

En un comunicado, Aerolíneas Argentinas había señalado que el fin de semana pasado los pasajeros aerotransportados fueron alrededor de 35 mil y no más “por diversos inconvenientes que han obligado a la compañía a reprogramar varios vuelos”. “La meteorología desfavorable en destinos como Bariloche, Chapelco e Iguazú, sumada a la necesidad de realizar tareas de mantenimiento en algunas aeronaves, dieron lugar a inconvenientes en la operación”. Por el intenso tráfico turístico de las vacaciones de invierno, la reprogramación de esos vuelos “se vio complicada, además, por la plena ocupación de las plazas en cada aeronave”. A ello, se sumaron “repercusiones de conflictos gremiales”, por lo que se “generaron demoras en las salidas, que trajeron como consecuencia una congestión en la rampa de equipajes y en la zona de embarque”.