Dos hermanastros de 16 y 18 años que estaban prófugos, acusados de haber asesinado y enterrado a su padre en su casa de San Miguel, fueron detenidos en José C. Paz circulando en el auto de la víctima, que trabajaba de remisero. Sus compañeros de agencia alertaron la ausencia a la policía. El cadáver fue hallado semienterrado con arena en un foso. Según los forenses, murió entre tres y cuatro días antes del hallazgo, y pudo sufrir varias horas de agonía. Los imputados se negaron a declarar.

El crimen del santiagueño Nemesio Torres (61) se descubrió el viernes pasado en un galpón ubicado en el mismo terreno en el que está la vivienda familiar, situada en José Garibaldi y Santa María, en el barrio Santa Brígida. A ese lugar llegaron los efectivos de la comisaría 3ª de San Miguel con asistencia de la División Canes, luego de que los compañeros de la víctima denunciaran que no iba a trabajar desde el 16 de julio. En el interior de la fosa utilizada para trabajar debajo de los autos, la policía encontró el cadáver de Torres, semitapado por arena y unas frazadas, con golpes en el rostro y en la cabeza. En otro allanamiento se halló una maza de madera, que pudo ser utilizada como arma homicida.

Los hermanastros quedaron detenidos acusados de homicidio agravado por el vínculo, delito que prevé una pena de prisión perpetua. Como uno de ellos es menor de edad, quedaron a disposición del fiscal Fabián Hualde, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) del Fuero Penal Juvenil de San Martín. Las investigaciones apuntan a un caso de violencia intrafamiliar.