Dos talleres textiles que funcionaban en forma clandestina dentro de viviendas en el barrio porteño de Flores fueron clausurados y quedaron imputados los encargados de ambos espacios, dos de nacionalidad boliviana y dos coreanos, informó la Policía Metropolitana. Los talleres, ubicados en la planta alta de dos viviendas, una en Bolivia 1059 y la otra en Bacacay 3195, tenían –según describieron fuentes de la fuerza de seguridad– “gran cantidad de maquinaria, insumos y productos terminados, por lo que se estima que trabajaban muchas personas”. Sin embargo, al momento del allanamiento, en el taller de Bolivia se encontraban trabajando sólo cinco empleados y dos encargados que resultaron imputados. En tanto, en el taller de la calle Bacacay sólo se encontraban los encargados, de nacionalidad coreana, que también fueron imputados.