De un lado, la aristocrática Sociedad Rural Argentina. A cuatro cuadras, el campamento de emergencia de casi 400 personas: niñas, niños, jóvenes, hombres y mujeres que reclaman “casas dignas para vivir”. Al mediodía de ayer, en el barrio porteño de Palermo, 70 familias del Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), que desde hace cinco meses esperan una respuesta del Gobierno para comenzar a construir sus hogares, decidieron ocupar un baldío abandonado y repleto de basura. Por la tarde, ya estaban listas las carpas donde pasar la noche y, en grandes ollas, un grupo de madres preparaba la cena.
“Está todo muy tranquilo, explicamos a los vecinos qué hacemos acá, limpiamos todo porque estaba lleno de basura y esta movida sirvió para que ya nos llamen y pautemos una reunión para el lunes”, explicó Laura Bitto, integrante del Teresa Rodríguez, y remarcó también que “no aceptaremos soluciones transitorias, no iremos a parar a esos hoteles: queremos que nos dejen construir casas dignas”.
Desde mayo último que las familias mantienen reuniones periódicas con el Organismo Nacional de Bienes del Estado (Onabe), que prometió la entrega de terrenos, pero no decide qué espacio físico cederá. La última conversación la tuvieron hace veinte días, donde se volvió a posponer la entrega. Ayer, las familias decidieron la toma: al mediodía cortaron el tránsito en la avenida Santa Fe y Juan B. Justo. Distribuyeron panfletos a los vecinos para explicar la situación y el porqué de la medida. Mientras limpiaban el terreno, repleto de basura, hicieron la merienda para los chicos y, entrada la tarde, instalaron las carpas.
“La mayoría de los vecinos tomó la situación bien. Algunos nos agradecieron que limpiemos el desastre que era esto, muchos nos ofrecieron agua y algunos comerciantes se acercaron y nos ofrecieron alimentos”, remarcó Bitto, y afirmó que “el problema de la vivienda afecta a muchísimos compañeros, pero es como un problema oculto en la ciudad, siempre con respuestas transitorias, te mandan por un tiempo a un hotel indigno, o quieren tirarte al tercer cordón del conurbano”.
Que la toma sea en esa exclusiva zona de la ciudad –a pocos metros de los bosques de Palermo, el Zoológico y el Jardín Botánico– originó una rápida respuesta: cuando el Onabe se enteró del hecho, de inmediato un funcionario se comunicó con el MTR y pautó una entrevista para el lunes próximo a las 17. La solicitud del Movimiento es tener “terrenos donde poder construir nuestras casas”. Desde el organismo adelantaron que les mostrarán qué espacios el Gobierno les puede ceder, y a partir de ahí “ellos –las familias– decidirán”.
Los militantes confirmaron que la presencia policial es escasa, “por lo que la situación es tranquila”. Desde el Gobierno les aseguraron que no habrá ningún intento de desalojo. Ya recibieron el apoyo de organizaciones de derechos humanos, entre ellas La Liga y la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi). Pasarán el fin de semana en el lugar y mañana habrá una “mateada solidaria”, para la que se convoca a las organizaciones sociales y los vecinos con la idea de conversar sobre la problemática de los sin vivienda de la ciudad.
“No tendremos problemas en ir a otra zona, pero no aceptaremos que nos manden a cualquier lugar, no aceptaremos que nos ofrezcan soluciones transitorias”, insistió Bitto. Mientras, en una de las zonas donde más caro cotiza el metro cuadrado, permanecen 70 familias dispuestas a “pelear por nuestra dignidad”.

Informe: Darío Aranda.