SOCIEDAD › UNA ENCUESTA NACIONAL DE JOVENES MUESTRA LAS DESIGUALDADES ENTRE CHICAS Y VARONES
La Primera Encuesta Nacional de Jóvenes, elaborada por el Indec, revela los modos de transitar esa etapa de la vida: el trabajo, el estudio, la independización de los padres, el inicio de la maternidad o paternidad, las situaciones de violencia, el compromiso social.
› Por Mariana Carbajal
En el país, las jóvenes se van de la casa de los padres mucho antes que los varones. Entre los mayores de 20 años, ellas casi duplican el porcentaje de jóvenes que dejaron de vivir en su hogar de origen. Pero las chicas se van de la casa de crianza en mayor proporción que ellos porque forman pareja, se casan o quedan embarazadas, más que por el deseo de independizarse. Casi el 83 por ciento de los jóvenes que no estudian ni trabajan (ni buscan trabajo) son mujeres. A pesar de la igualdad alcanzada en otros ámbitos entre varones y mujeres, las tareas de cuidado siguen sin democratizarse al interior de los hogares jóvenes: entre quienes cuidan habitualmente niños –generalmente los propios–, las chicas más que duplican a los varones (47 por ciento contra 20 por ciento). Ellas dedican en promedio 68 horas semanales a esa labor no remunerada –casi diez horas por día– y entre las de 25 a 29 años aumenta a 86, es decir, más de 12 horas por día. Tal vez el dato más preocupante es que dejaron de estudiar o trabajar cuatro de cada 10 chicas que se encargan del cuidado de sus hijos. En cambio, solo 1 de cada 10 varones en iguales circunstancias, tomó esa decisión, lo que pone en primer plano la desigualdad de oportunidades que persisten en la sociedad entre varones y mujeres, y la necesidad de implementar un sistema nacional de cuidados, para ofrecer alternativas que les permitan seguir estudiando o trabajando cuando tienen hijos.
Los datos surgen de la Primera Encuesta Nacional de Jóvenes, en la que se indagó sobre los diversos modos de transitar esa etapa de la vida, a partir de entrevistas a 6340 mujeres y varones de 15 a 29 años, en todo el territorio argentino. Sus trayectorias en el sistema educativo, el proceso de emancipación e independencia, la constitución de su propio núcleo familiar, la participación laboral, su dedicación a tareas de cuidado –de niños– dentro y fuera de su hogar, y el impacto que ese trabajo “invisible” tiene en sus proyectos, son algunos de los aspectos que revela el estudio, realizado por el Indec, en conjunto con las direcciones provinciales de Estadística, y a cuyos resultados tuvo acceso Página/12.
El objetivo central de la ENJ 2014 fue caracterizar los principales comportamientos de los jóvenes residentes en centros urbanos de 2000 o más habitantes. El estudio se enfocó en su pasaje de la adolescencia a la adultez, a través del análisis de las transiciones, intereses y elecciones en diversos aspectos de la vida cotidiana. Incluyó algunos tópicos inusuales para los operativos estadísticos como por ejemplo, la percepción de discriminación o las motivaciones para no trabajar o estudiar.
Poco más de 6 de cada 10 jóvenes de 15 a 29 años vive con las personas que los criaron (63,7 por ciento), mientras que casi el 30 por ciento conformó su hogar fuera del de origen y el resto (7,4 por ciento) volvió al hogar paterno después de haberse ido por algún tiempo. Pero si se analiza esta variable por sexo, se encuentra que las mujeres “son más autónomas que los varones”, señala la ENJ. El 35,5 por ciento constituyó un domicilio diferente al parental, mientras que para los varones esa proporción es del 22,7 por ciento. Esa brecha se verifica en todos los grupos de edad y es más amplia para la franja de 20 a 24 años, con casi 20 puntos porcentuales de diferencia. Como es de esperar, las y los adolescentes de 15 a 19 años viven mayoritariamente en su hogar de origen.
Otros hallazgos de la ENJ fueron los siguientes:
- Un 60 por ciento de las chicas se fue del hogar de crianza porque se casó, se unió en convivencia o quedó embarazada. Entre los varones, solo un 38 por ciento salió de la casa paterna-materna por esas causas. La segunda razón de mayor peso tiene que ver con los estudios (21,3 por ciento de los varones y 14,9 por ciento de las mujeres), y la tercera, el deseo de independizarse (15,9 por ciento de los varones y 9,5 por ciento de las mujeres).
- Siete de cada 10 jóvenes de 25 a 29 años finalizó la escuela media.
- Las mujeres terminan el secundario en mayor proporción que los varones. Además, lo hacen en el tiempo esperado.
- Cerca del 19 por ciento de los jóvenes asistieron al secundario alguna vez pero no lo finalizaron.
- Entre quienes dejaron sus estudios, 3 de cada 10 lo hicieron porque tuvieron que trabajar y 2 de cada 10 porque no les gusta estudiar o sentían que la escuela no les servía. Otros motivos fueron el embarazo, maternidad o paternidad, y el mal desempeño en las materias.
- Pero entre los que abandonaron el secundario, una altísima proporción tienen intención de retomarlo y finalizarlo: 8 de cada 10 jóvenes.
- Las chicas tienen hijos antes que los varones. Mientras que ya se convirtieron en madres el 36 por ciento de las jóvenes encuestadas, solo el 22 por ciento de ellos fueron padres. Entre los 25 y 29 años, ya asumieron la maternidad más de 6 de cada 10 chicas (64 por ciento ) y casi 5 de cada 10 varones (48 por ciento). La llegada de un hijo en la adolescencia es un evento más frecuente entre chicas –7 por ciento de las que tienen entre 15 y 19 años– que entre varones –solo el 2,4 por ciento–. Por otra parte, casi la totalidad de aquellas que son madres conviven con sus hijos. En el caso de los jóvenes, es el 75 por ciento.
En relación a su vínculo laboral, un dato significativo es que el primer trabajo lo consiguen mayoritariamente a través de contactos y conocidos. No es tanto la experiencia la que cuenta. La motivación principal por la que empezaron a trabajar es para tener su propio dinero y, en segundo lugar, para ayudar económicamente en su casa (pero en mucha menor proporción que la primera opción). De los que no estudian ni trabajan, la mayoría son mujeres, que están cuidando niños, generalmente los propios. Se les preguntó qué es lo que más les gusta de su trabajo: 1 de cada 4 respondió adquirir experiencia o poder progresar. Lo que menos les gusta es el ingreso percibido.
De los que nunca trabajaron (mayoritariamente entre 15 y 19 años), una amplio porcentaje no lo hizo porque están estudiando. en segundo lugar, las obligaciones familiares (en mayor proporción mujeres que varones), que en todo caso implica un trabajo arduo aunque no remunerado.
Se les preguntó sobre si participaban en actividades sociales, religiosas, solidarias, partidarias. Un alto número de jóvenes manifestó no haberlo hecho en los últimos 12 meses. Entre las razones expresadas, más de 5 de cada 10 declararon falta de interés, mientras 3 de cada 10 declararon no haber tenido tiempo y 1 de cada 10 no las conocen. Una iglesia o un templo es el ámbito que les despierta más interés para participar: casi un 13 por ciento lo hace, con una mayor presencia femenina (15,6 por ciento contra 10 por ciento). En segundo lugar, pero muy por debajo, los lugares donde participan son una agrupación estudiantil, partido o agrupación política, un asociación barrial, un sindicato, ONG, fundación (no son excluyentes).
Los datos que revela este diario son parte del primer informe que elaboró el Indec sobre resultados de la ENJ. En una segunda etapa, entrarán otras variables analizadas, como la referida a los estudios universitarios, entre otros.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux