Desde Santiago del Estero

Desde hace dos días, el juzgado de La Banda se concentra sobre la primera parte del doble crimen de La Dársena: el sitio y los personajes de la fiesta donde mataron a Leyla Bshier Nazar. Con esa hipótesis en la mano, la jueza María del Carmen Bravo hizo cinco procedimientos durante el fin de semana sobre fincas privadas y ámbitos comerciales de La Banda y de la ciudad de Santiago del Estero. De acuerdo con una fuente del juzgado, se trató de inspecciones oculares en los lugares donde, se supone, habría pasado Leyla poco antes de ser asesinada. En tanto, hoy llega a Santiago una comisión del gobierno nacional que formalizará la denuncia contra el ex comisario Musa Azar por crímenes de lesa humanidad.
Las inspecciones apuntan a la zona hacia donde se dirige una de las patas de la investigación del doble crimen de La Dársena: los autores materiales de la muerte de Leyla Bshier Nazar. En el juzgado están convencidos de que Leyla salió con alguien desde Saravah, uno de los locales bailables de Santiago donde se cruzan los hombres del poder con las trabajadoras sexuales. Quienes investigan el caso aseguran que después hubo una fiesta o reunión de la que participaron cuatro personas, entre ellas Carlos “Pololo” Anauate, el diputado del juarismo que en este momento está preso, imputado por asociación ilícita y encubrimiento agravado en el caso de La Dársena.
Entre esas cuatro personas, sospechan, estaría el autor de la muerte: según las nuevas hipótesis, Leyla no habría muerto de un shock cardíaco provocado por sobredosis, sino por los golpes feroces propinados por uno de los hombres del poder instalado en la fiesta. Con un cierre distinto, esta tesis del caso se parece a la versión disparada por aquel testigo de identidad reservada durante los primeros meses de la investigación. En aquel testimonio, Leyla era asesinada en una fiesta donde había sexo, drogas y un arranque de furia como antesala de la muerte.
Con las inspecciones en danza, la jueza está buscando precisiones sobre ese escenario. De acuerdo con una de las fuentes técnicas del caso, durante los próximos días se harán más detenciones. Entre ellas, están los nombres de los participantes de la fiesta, esos hombres del poder mencionados una y otra vez por los familiares de La Dársena.
En esa misma trama de definiciones están además los autos de procesamiento pendientes. En este momento, la jueza compila pruebas preparando el procesamiento de Musa Azar, el ex jefe del aparato de inteligencia del juarismo que está imputado por los dos crímenes. La jueza Bravo deberá revisar, además, las imputaciones de homicidio que en este momento pesan sobre cuatro policías: Héctor Albarracín, Pablo Gómez y Daniel Francisco Mattar, los hombres arrepentidos de la Secretaría de Informaciones, y el comisario general retirado Juan Carlos Gómez, el segundo de Musa Azar.
La situación del propio Musa cada vez es más complicada. Eduardo Luis Duhalde, secretario de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, llegará esta tarde desde Buenos Aires para formalizar la denuncia por los casos de desapariciones, torturas y secuestros de la dictadura militar. Desde 1972 Musa formó parte del Departamento de Investigaciones Policiales de la provincia, desde donde se ordenaron desde 1974 las detenciones ilegales por razones políticas. Todas esas actividades que se extendieron durante la dictadura serán investigadas en una causa que se abrirá en el fuero federal.