SOCIEDAD
› HOMILIA CONTRA LAS “CHICANAS” EN DOBLE CRIMEN
Un obispo contra el complot
› Por Washington Uranga
Juan Carlos Maccarone, obispo de Santiago del Estero, aprovechó la celebración de la Virgen de Sumampa para advertir ayer que “los que tienen autoridad y poder tienen que comprender que este pueblo, esta ciudadanía, no soportará ninguna distracción ni chicanas que invaliden el andar de la misma Justicia y que no permitan conocer la verdad” en el caso de los crímenes de Leyla Bshier y Patricia Villalba, hechos por los que se encuentra sometido a juicio el policía Musa Azar, ex jefe de inteligencia del juarismo santiagueño. El prelado se refería a las denuncias de la jueza María del Carmen Bravo, quien investiga el doble crimen, sobre un “complot” organizado por sectores poderosos para sacarla de la causa. Maccarone ha tenido, desde que asumió como obispo de Santiago del Estero en febrero de 1999, un enfrentamiento constante con el juarismo y como consecuencia de ello recibió ataques y amenazas.
En otro pasaje de su homilía, que dedicó en gran parte al tema del crimen de las dos jóvenes y a la actitud de la ciudadanía santiagueña frente al hecho, Maccarone afirmó que “hoy todos tenemos que saber que los problemas de nuestro Santiago no están solamente en la mira de los santiagueños”, sino que “nos acompañan el país y organismos internacionales”. Por ese motivo, subrayó que “quien piense licuar los problemas con métodos de pago chico, hoy está fuera de la historia”.
Dijo el obispo que el pueblo de Santiago del Estero “reclama justicia en la administración de Justicia” y advirtió que esta demanda “se ha hecho paradigmática en el reclamo por el esclarecimiento de las muertes de Leyla y Patricia, sin olvidar a ningún otro”. Para Maccarone “los pasos dados por la ciudadanía en este reclamo incansable no retrocederán jamás” porque “la sociedad tomó la palabra en los familiares, amigos, profesionales, simples ciudadanos”. El obispo santiagueño insistió también en que “la historia no retrocede y esto deben saberlo los que creen manejarla y se creen sus señores”.
Maccarone se refirió a las presiones: sostuvo que el pueblo santiagueño “tampoco será amedrentado por presiones de quien sea, como represalias a ciudadanos que libremente tomen la palabra ejercitando el derecho a peticionar a toda autoridad que sea competente”. Y agregó que quienes intenten presionar “deberán comprender que será de muy corto alcance cualquier sometimiento que cualquier poder quiera ejercer a la libre expresión de las ideas y opiniones de los medios de comunicación”.
El obispo también recordó que muchas familias santiagueñas “viven el desamparo y el abandono debido a las condiciones de extrema pobreza e incluso miseria” y, haciéndose eco de palabras del Episcopado argentino, enfatizó que “urge instaurar una justicia largamente esperada recreando las fuentes de trabajo y la misma cultura del trabajo que hacen digna la vida en familia”.