SOCIEDAD
› HAY 600 RECIPIENTES DE UNA SUSTANCIA MUY TOXICA
El peligro queda en el puerto
Están en la Terminal 3 desde hace tres meses. Los envases son deficientes y hay pérdidas: se trata de PCB, una sustancia altamente tóxica que debe ser exportada para su destrucción.
› Por Pedro Lipcovich
Más de 600 recipientes con una sustancia de altísimo poder tóxico, el PCB, se acumulan desde hace tres meses en la Terminal 3 del Puerto de Buenos Aires. Según un informe de la Aduana, están “con deficiente envase” (algunos tambores ni siquiera tienen tapa), en “peligrosa disposición” (a pocos metros del agua, junto a envases de cloro para piletas de natación y poniendo en alto riesgo al personal). Las causas de tanta desidia “desnudan la situación de los residuos tóxicos en la Argentina”, según un alto funcionario de la Aduana: dejan entrever una trama donde –en el contexto de la relativa acefalía de la Secretaría de Medio Ambiente en los últimos meses– se articulan misteriosas demoras en la exportación, buques fantasmas y la posibilidad de que terminales portuarias, en plena ciudad de Buenos Aires, se estén usando como depósitos clandestinos de residuos de alto riesgo.
El miércoles pasado, personal del departamento Drogas Peligrosas e Inspección General de la Aduana se presentó en la Terminal Nº 3 del Puerto de Buenos Aires, donde encontró “alrededor de 500 transformadores y 164 tambores de 200 litros conteniendo residuos de PCB” en los que “se observa: deficiente envase (notorio olor acre irritante a las mucosas) y manipuleo de material altamente tóxico; peligrosa disposición de residuos (a menos de cien metros del agua); y una inexplicable dilación en los trámites de exportación sin razones justificadas”.
Un día antes, la Policía Aduanera había registrado la presencia de “gran número de transformadores de distintas capacidades y tamaños, con evidentes señales de uso, depositados en el piso del pabellón, muchos de ellos circunscriptos por un material similar a la arena, que habría sido distribuida para absorber derrames de contenidos líquidos que se pudieran producir”, así como “108 tambores que no se encontraban acondicionados ni embalados”, “otros abollados” y “tambores abiertos con exposición aérea de contenido, en constante evaporación”. Estos se encontraban próximos y en condiciones de contaminar recipientes con ácido tricloroisocianúrico, importado para depurar piletas de natación.
La Aduana dispuso el “precintado de la puerta de acceso al depósito” y efectuó la denuncia ante el juzgado Penal Económico Nº 6.
Las terminales del Puerto de Buenos Aires están concesionadas a empresas privadas. En el caso del PCB, los recipientes fueron depositados por la firma exportadora Ashwell S.A. (inscripta como operador de residuos peligrosos ante la Dirección Nacional de Ordenamiento Ambiental), con intervención de la despachante de aduanas María Mercedes Giolito. Los residuos fueron depositados el 11 de diciembre de 2001, amparados por un permiso de embarque cuyo vencimiento se produjo precisamente el martes sin que la exportación hubiera tenido lugar. Los generadores de los residuos peligrosos habían sido la Empresa Distribuidora de Electricidad de Entre Ríos (Edersa) y La Plata Cereal S.A.
El PCB (bifenilos policlorados) se usa todavía como aceite refrigerante en transformadores eléctricos; en mayo del año pasado, fue prohibido debido a su alta toxicidad y se fijó plazo hasta 2010 para sustituirlo por otros refrigerantes. En la Argentina no hay plantas para tratar los residuos, que por ese motivo se exportan a Gran Bretaña o Francia.
¿Por qué no se concretó en término la exportación de los residuos de la Terminal 3? La despachante de aduana Giolito adujo que “en razón de renuncias y nuevas designaciones en la Secretaría de Medio Ambiente, la efectiva emisión de las certificaciones autorizantes se produjo el 13 de febrero”; en cuanto a la demora posterior, la causa sería “la imposibilidad del movimiento de divisas, en razón de las restricciones cambiarias y bancarias, que inhibió momentáneamente pagar los fletes”. De todos modos, según la despachante, “se está a la espera del buque ‘Republica di Genova’, cuyo arribo se prevé con fecha 30 de marzo”.
Pero la Dirección General de Aduanas observa que “no está programado el arribo del ‘Republica di Genova’” y denuncia “la posibilidad de que la firma exportadora esté utilizando la Terminal como depósito de residuos”.
Según una alta fuente de la Dirección de Aduanas, el caso del PCB “desnuda la situación que existe respecto de los residuos tóxicos. El director general (Mario Das Neves) se propone crear un grupo especial, con participación de entidades ambientalistas, para detectar operaciones ilegales con residuos peligrosos”. Mientras tanto, “la Aduana es un organismo absolutamente desmadrado, desactivado en su capacidad de control”, según la misma fuente.
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