“Elsa y Ale, bienvenidas al jardín de donde nunca debieron haberse ido”, decía un cartel que cubría la puerta del ingreso a la Escuela de Educación Inicial Número dos de Flores. Allí volvieron ayer la directora Elsa Vincová y la docente de sala de cinco, Alejandra Bellini. Entre abrazos, aplausos y lágrimas, maestros de la institución, padres, alumnos y representantes gremiales recibieron a las docentes con carteles, guirnaldas y un renovado reclamo de justicia por Agustín Marrero. Las educadoras habían sido reincorporadas como anticipó este diario, luego de ser apartadas por el Ministerio de Educación porteño acusadas de no percibir las situaciones de violencia que sufría el nene de cinco años, quien murió tras una golpiza que le propinó su padrastro, Leandro Sarli.