Desde Mendoza

Marina y María José –hoy famosas por haber sido asesinadas en Ecuador– participaban activamente del programa de radio El fantasma de la Máquina, que realizamos en la provincia de Mendoza junto a hombres y mujeres con estrategias de vida en calle.

Este programa surgió a partir de la muerte de Beto, un amigo en situación de calle que falleció en una noche de invierno de 2011. Ante la conmoción de la muerte y su difusión mediática –porque apareció su cuerpo en la principal plaza de la provincia– lo que se instaló en los medios fueron las declaraciones de un dirigente con responsabilidades públicas de la provincia que dijo: “La gente de la calle se muere porque no sabe expresarse”. En el velorio, un grupo de “cumpas en situación de calle” propusieron: “Hagamos un programa de radio, demostremos que sí nos podemos expresar”. Así fue que arrancó la radio Que la calle no se calle!!!

Del oportunismo mediático surgió un dispositivo comunitario y de restitución del derecho a la palabra de un conjunto de hombres y de mujeres en situación de invisibilidad. De ese programa radial eran parte Marina y María José.

Hace una semana, familiares, amigos y compañeros de la organización social intentan correr contra el estigma del bombardeo mediático en donde todo, por espectacular que sea, es publicable. Es más importante la actualidad de la noticia que el profesionalismo periodístico por chequearla. Aunque tenga como costo que los familiares se enteren de los hechos a través de las pantallas. Todo lo que llega se publica. Así sea información que surge de un audio de WhatsApp o comentarios fascistas que violentan la dignidad de los que lloran la vida.

En el portal principal de algunos medios digitales llegaron a aparecer diez notas sobre el mismo caso. Muchas de esas informaciones se contradicen entre sí. Entonces: a) si todas las notas plantean como verdad lo que publican; b) si algunas notas se contradicen entre sí; c) se entiende que algunas de las notas están mintiendo. Este análisis tan sencillo y simplista que surge del sentido común intenta reflexionar sobre la construcción de realidad a partir de la falta a la verdad. La necesidad de la “espectacularización” es más fuerte que el dolor humano. Hasta el punto de que naturaliza la muerte y el feminicidio. Y en muchos casos promueven la miserable idea de “algo habrán hecho”. Nadie, independientemente de lo que haga, se merece lo que les pasó a Marina y María José.

Más aún. Queda la sensación de que el valor de sus vidas se mide por lo espectacular de sus muertes, para que sigan siendo un producto vendible y comercializable. Y ni hablar si “estirar” la noticia sirve para tapar otros procesos económicos y políticos que se cuelan sin pedir permiso por debajo de la alfombra.

Marina y María José siguen siendo víctimas del machismo mediático. Sabemos también que la organización de base como El Fantasma de la Máquina, como tantas otras organizaciones sociales, vecinos, etc... son las que podrán aportar a la dignidad de sus vidas y a sostener las banderas de #niunamenos. Porque por la perversión del sistema la tentación es que se individualice este hecho en ellas dos, dado que lo hace más espectacular que se trate de mujeres, de clase media, universitarias y argentinas en Ecuador. Sin embargo, todos sabemos que la violencia contra los más vulnerables –en ese caso ellas por ser mujeres– no es excepcional, es cotidiana. La diferencia es que en la mayoría de los casos la sufren los pobres, que tienen menos herramientas para gritar y ser escuchados. Las chicas eran conscientes de esto y lo sabemos tanto por su militancia social como por el protagonismo que tuvieron en el 2015 en las marchas de Ni Una Menos.

Del oportunismo mediático y político surge la oportunidad de que la violencia de género no se reduzca a lo espectacular de este caso puntual, ya que cuando se toma conciencia de que el sufrimiento es colectivo se fortalece la comunidad.

Confiamos en que en alguna de las “calles de la muerte injusta” se juntarán con Beto, para animar la organización de base. La única que podrá sostener en el tiempo la bandera de #niunamenos.

* Sociólogo. Integrante del colectivo El Fantasma de la Máquina (Mendoza).