El informe de la autopsia realizada sobre el cadáver del fotógrafo de producciones eróticas Paulo Arce, encontrado asesinado el jueves en su estudio de Caseros, determinó que murió de un disparo en el cráneo y que además le habían dado cinco puñaladas en la espalda. Ayer, los investigadores analizaron las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona, en busca de imágenes que permitan identificar al o los autores del hecho. Durante la autopsia de Arce, de 44 años, conocido como Cheff Bonzay, los peritos constataron que además de las heridas de arma blanca en la espalda, tenía un balazo en la cabeza. Se explicó que si bien los peritos encontraron en el lugar del crimen un casquillo de una bala calibre 9 milímetros, la herida en el cráneo no se notaba a simple vista por el volumen del cabello de la víctima.

Los investigadores creen que Arce resistió el ataque, que el asesino logró herirlo a puñaladas y que finalmente lo sometió en el piso y lo ejecutó. Arce era un hombre corpulento, por lo que los investigadores no descartan que en el crimen haya intervenido más de una persona. En el estudio del fotógrafo fue hallada una almohada ensangrentada que en las últimas horas se confirmó que tenía un agujero de bala, por lo que los expertos procuraban determinar si el homicida la utilizó con la idea de silenciar la detonación del arma.