Tras meses de polémicas y debates, el presidente francés Jacques Chirac se manifestó ayer a favor de una ley que prohíba el velo islámico, el kippá judío y los crucifijos grandes en los establecimientos educativos estatales. “La escuela pública seguirá siendo laica y para ello una ley es necesaria”, consideró el mandatario en un discurso público. Hace una semana, una “comisión de sabios” creada por el propio gobierno había recomendado esa prohibición para reducir los problemas raciales.
“Las escuelas deben permanecer no confesionales”, advirtió Chirac en un discurso transmitido en directo por todos los canales de televisión franceses y anunció que a principios del próximo año se instituirá “una autoridad independiente para la lucha contra todo tipo de discriminación”.
Las iglesias cristianas de Francia y las organizaciones musulmanas se pronunciaron contra la ley, al igual que la mayoría de los sindicatos de maestros y las asociaciones de padres de familia.
Ante unos 400 invitados, entre los que se encontraban representantes de las religiones más representativas y miembros del gobierno, con el primer ministro Jean-Pierre Raffarin en primer lugar, Chirac señaló que “el hecho de llevar ropa o signos que manifiestan ostensiblemente la pertenencia religiosa deben estar proscriptos en las escuelas, los colegios y los liceos. No hay espacio en los recintos de las escuelas públicas para el velo islámico, el kippá o una cruz cuyas dimensiones son manifiestamente excesivas. Desde 1905, la República optó por el principio de laicismo”.
“Las escuelas son santuarios republicanos y seguirán siendo laicas”, resaltó Chirac, que rechazó la posibilidad de reconocer como día feriado la fiesta judía del Yom Kippur y la fiesta musulmana Aid-El-Kebir: “Pienso que no es necesario agregar nuevos días festivos al calendario escolar, que ya tiene muchos”, evaluó, aunque pidió que ningún alumno practicante tenga que justificar su ausencia esos días. También adelantó que el Parlamento comenzará a trabajar en una ley para que entre en vigencia en el año lectivo 2004/2005. La ley permitirá signos “discretos”, como pequeñas medallas y cruces, estrellas judías de David o Manos de Fátima.
En Francia, donde viven alrededor de cinco millones de musulmanes, cerca de 1250 niñas se presentaron este año con un velo en las escuelas, según cifras del Ministerio del Interior galo. En octubre último, dos hermanas francesas musulmanas fueron expulsadas de un centro de educación secundaria por no quitarse el velo. El hecho tomó repercusión nacional y sumó otro ingrediente a la polémica, que ya había registrado toda una serie de agresiones raciales: insultos, incendios en escuelas y edificios religiosos, y profanación de cementerios.
El lunes último, el Consejo Francés de Culto Musulmán (CFCM) había denunciado que la prohibición del uso de símbolos religiosos era “prioritariamente discriminatoria desde el punto de vista del Islam”. Sin embargo, el presidente del CFCM, Dalil Boubakeur, llamó “a la reflexión en la calma y la serenidad” a la comunidad más afectada por la restricción.
Por su parte, el gran rabino de Francia, Joseph Sitruk, destacó que “el espacio republicano es un espacio de mutuo respeto entre todas las religiones y ciudadanos. Suscribo totalmente lo que dijo el presidente”.
El denominado “comité de sabios” –que en realidad se llama Comisión Stasi, presidida por el mediador de la República, el centrista Bernard Stasi– disertó durante tres meses sobre la cuestión racial, formas de evitar enfrentamientos y legislar para defender el laicismo. La última semana había recomendado la elaboración de una ley que prohíba el uso de símbolos religiosos y propuso la sanción de una “carta magna del laicismo” para definir las obligaciones y derechos de los franceses y “se estipule el “estricto respeto” del principio de neutralidad para todos los funcionarios públicos. Los redactores del informe de 68 páginas habían alegado que “el gran desafío de la actualidad consiste en dar un espacio a nuevas religiones y lograr la integración luchando contra la instrumentaciones político-religiosas tan comunes en estos tiempos”.