SOCIEDAD › UNA CHICA DE 17 AñOS FUE APUñALADA Y DETUVIERON A UN REMISERO
La chica, de 17 años, vivía en Florencio Varela y el jueves por la noche tomó un remís. El viernes por la mañana descubrieron su cuerpo oculto entre la maleza del Parque Pereyra Iraola. El remisero fue detenido y acusado de femicidio.
El cuerpo de una adolescente de 17 años fue hallado el viernes pasado en el Parque Pereyra Iraola, oculto entre los árboles, a unos 20 metros del asfalto y con marcas de haber sido arrastrado hasta ese lugar. El viernes, los investigadores lograron dar con los padres. Los forenses determinaron que la chica fue golpeada y apuñalada y, si bien no detectaron rastros de violación, el fiscal del caso, Carlos Riera, ordenó la detención de un remisero al que acusó de “homicidio calificado por alevosía y violencia de género”. El chofer, según la investigación, había sido contratado para trasladar a la adolescente a la casa de su novio el jueves por la noche. El caso fue rápidamente titulado en las versiones mediáticas on line como “misterioso femicidio”. Ningún misterio: el caso reúne los puntos en común de la mayoría de los femicidios. El crimen fue cometido por una persona en la que la adolescente depositó su confianza (equiparable a un familiar); hubo intento de violación; y el crimen se cometió porque ofreció resistencia. El misterio es que todavía se lo siga mirando de ese modo.
La adolescente de 17 años fue encontrada muerta a golpes y puñaladas en el Parque Pereyra Iraola, Berazategui y por el femicidio detuvieron al remisero que trasladó a la víctima la última noche que la vieron con vida.
La principal hipótesis de los investigadores es que si bien en el cadáver de la chica no se hallaron signos de abuso, el móvil del crimen fue un ataque sexual.
La mañana del viernes pasado, cuidadores del Parque Pereyra hallaron el cuerpo de una mujer oculto detrás de unos árboles, a la altura del kilómetro 38 de Camino General Belgrano, en Berazategui. Los cuidadores alertaron al personal del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) de Berazategui, que acudió al lugar y comenzó una investigación para determinar de quién se trataba y cuáles habían sido sus últimos pasos.
De acuerdo a la autopsia, los peritos forenses determinaron que la víctima presentaba golpes en la cabeza y varias puñaladas en torso y brazos, y junto al cuerpo se detectaron signos de que el mismo había sido arrastrado unos 20 metros hacia los árboles, por lo que todo apuntó a que el crimen había sido cometido en otro lugar.
Además, los forenses que practicaron la autopsia estimaron la data de muerte en la madrugada del viernes y que la víctima no presentaba signos de abuso sexual.
Tras el hallazgo del cuerpo, los investigadores de la comisaría 3ª de Berazategui realizaron distintas diligencias en procura de identificar a la víctima, entre ellas, el relevamiento de denuncias por averiguación de paradero de la zona.
Sin embargo, fue a partir de datos aportados por testigos que los investigadores localizaron a los padres de la chica que finalmente reconocieron el cadáver en la Morgue Judicial de Quilmes.
La adolescente tenía 17 años y residía en Florencio Varela, donde había sido vista con vida por última vez en las últimas horas del jueves pasado cuando se dirigía a la casa de su novio, adonde nunca llegó.
En base a los testimonios, la adolescente abordó un remís de una agencia a la que aparentemente nunca recurría y en el viaje hacia lo de su novio fue atacada por el conductor de ese vehículo, quien el sábado fue detenido por pedido del fiscal de la causa, Carlos Riera, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 5 de Berazategui.
El fiscal acusó al remisero como autor del “homicidio calificado por alevosía y violencia de género”, lo que lo ubica en el marco del femicidio, y mañana lo indagará por esos delitos.
Los voceros indicaron que la principal hipótesis apunta a que el imputado se desvió hacia el parque donde detuvo el auto y atacó a la adolescente con fines sexuales afuera del vehículo, tras lo cual, una vez consumado el crimen, arrastró el cuerpo hasta detrás de los árboles donde finalmente lo hallaron.
Los investigadores secuestraron el auto conducido por el remisero, el cual pertenecía a la agencia y no a él, del que los peritos de la Policía Científica levantaron rastros en busca de pistas sobre lo ocurrido.
Un caso de similares características ocurrió con Natalia Di Gallo (16), quien fue vista viva por última vez la noche del 28 de diciembre de 2003, cuando salió de su casa de la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela, junto a Nicolás Gómez, por entonces de 19 años.
Cuatro días después, el 1 de enero de 2004, Di Gallo fue encontrada asesinada y envuelta en bolsas de nylon en el Parque Pereyra Iraola.
Según los forenses, Natalia fue violada y murió por una “asfixia mixta” producida por la obstrucción de las fosas nasales y la boca, en combinación con una compresión torácica-abdominal.
También se demostró que fue asesinada en otro sitio y luego depositada en el lugar del hallazgo.
Por el crimen se llevó a cabo en 2014 un juicio oral en el que Gómez fue condenado a 20 años de prisión como “partícipe necesario”. Para la familia Di Gallo, Gómez actuó como “entregador” y los verdaderos culpables aun están libres.
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