Por segundo día consecutivo, efectivos de las policías Metropolitana y Federal volvieron a bloquear el despliegue de manteros en la avenida Avellaneda, en el barrio de Flores. El operativo derivó en protestas con incidentes y forcejeos en los que tres agentes resultaron heridos y otras tres personas fueron detenidas.

El gobierno porteño mantiene desde el lunes un operativo de seguridad con más de 500 efectivos para evitar la reinstalación en la zona de unas 300 personas que venden productos en mantas sobre la vereda y fueron desalojadas por orden judicial. Un grupo de esos vendedores cortó a la mañana el tránsito en la avenida Avellaneda, entre Cuenca y Campana, donde la protesta derivó en corridas y enfrentamientos con la policía. Entre los detenidos, dos son de origen senegalés.

El Ministerio de Justicia y Seguridad informó anoche que un joven fue detenido por “daños y resistencia a la autoridad” y trasladado a la comisaría 50ª de la Policía Federal. La cartera precisó que dos vendedores de nacionalidad senegalesa fueron detenidos también por “disturbios y resistencia a la autoridad” y llevados a la sede de la Comuna 15 de la Policía Metropolitana”.

Los incidentes comenzaron alrededor de las 11, cuando los manteros interrumpieron el tránsito en la avenida Avellaneda e insultaron a los comerciantes de la zona, quienes bajaron las persianas de los locales. Ya enfrentados con la policía, los manifestantes arrojaron piedras a los uniformados. Cuando los policías procuraron detenerlos se produjeron forcejeos y hubo corridas sobre la avenida Nazca.

Los manteros, que intentaron volver a instalarse en la zona, resisten la medida judicial de desalojo de la vía pública y rechazan la decisión de las autoridades de mudarlos a un galpón del barrio de Once. “El lugar es extremadamente reducido para contener a los casi tres mil manteros que en los últimos meses fueron desalojados en distintos barrios porteños como Caballito, Once, Flores y la avenida Avellaneda”, advirtió Omar Guaraz, de la organización Vendedores Libres. “Lo que queremos es a todos los manteros adentro de una solución y no a unos pocos que puedan acceder a un galpón”, sostuvo.

El vocero de los manteros dijo que el gobierno porteño pretende “deslegitimar todas nuestras protestas” y ratificó que los galpones “no son solución” para los vendedores informales.

El operativo había comenzado en la madrugada del lunes, cuando unos 500 efectivos de la Policía Federal y Metropolitana bloquearon la instalación de manteros en Avellaneda. Los uniformados se desplegaron a lo largo de diez cuadras de la avenida Avellaneda, entre Condarco y Bahía Blanca, y se apostaron en el lugar para impedir que se instalen unas 300 personas que a diario venden sus mercaderías.

El fiscal porteño Luis Cevasco dijo ayer que “desde el Ministerio Público Fiscal pedimos al gobierno de la Ciudad que impida que se siga cometiendo esta infracción a la ley. El operativo es consecuencia de ese pedido y durará lo que tenga que durar para que la venta callejera cese”. “La justicia no investiga a los manteros sino a las organizaciones que los explotan”, sostuvo, y dijo que “del futuro de los manteros se ocupará el gobierno porteño a través de su ministerio de Desarrollo Social”.