El narco colombiano Alejandro “Gato Seco” Gracia Alvarez, acusado de liderar una organización que triangulaba cocaína al exterior desde la Argentina, fue extraditado de Colombia en medio de un riguroso operativo de seguridad. Detenido en enero de 2015 en Bogotá, el imputado de 47 años está imputado de ser uno de los cerebros de una gigantesca operación de lavado de dinero calculada en 900 millones de dólares, que presuntamente se consolidó a partir de su radicación en el país en 2004. Ahora permanece fuertemente custodiado, ya que además se da por sentado que suministró información sobre otros capitostes que operan en las redes de narcotráfico sudamericanas.

En un vuelo especialmente organizado por el gobierno colombiano, uno de los pocos aviones que pudo aterrizar debido a la densa niebla que había en la madrugada de ayer en Ezeiza, fuentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) informaron que “Gato Seco”, acusado de montar una organización que se dedicaba a triangular cocaína proveniente de Colombia hacia Europa, arribó al país en calidad de extraditado para declarar por una causa de narcotráfico que tramita Federico Villena, del Juzgado Federal 2 de Lomas de Zamora. El jefe narco bajó del avión esposado y custodiado por más de 200 efectivos de la PSA y del Servicio Penitenciario Federal (SPF), que lo trasladaron inmediatamente hacia el penal de Ezeiza.

“Gato Seco” está acusado de integrar la banda que en 2012 intentó enviar 280 kilos de cocaína a Europa en dobles fondos de muebles de estilo, en un procedimiento conocido como “Operación Luis XV”. De igual modo, a Gracia Alvarez se lo acusa de estar involucrado en la causa de los 444 kilos de cocaína ocultos en un velero que salió de Buenos Aires con destino a Uruguay, y que fueron descubiertos porque la embarcación tuvo que regresar por un desperfecto durante el viaje.

Cuando en 2011 Interpol desató una redada contra sus socios en Argentina y Colombia, entre otros países, Alejandro Gracia Alvarez salió de Buenos Aires y no regresó. Finalmente fue detenido el 17 de enero pasado cuando se movilizaba en un automóvil de alta gama por una avenida del norte de Bogotá. Recién llegado a la Argentina, los expertos creen que la vida de Gracia Alvarez “corre peligro”, ya que aparentemente desde que fue detenido brindó información que comprometería a sus anteriores cómplices y aún a otras redes mafiosas en Sudamérica.