SOCIEDAD › UN POLICíA METROPOLITANO MURIó BALEADO POR EFECTIVOS BONAERENSES
El policía de la fuerza porteña estaba en su casa con su familia cuando integrantes de la Policía Bonaerense entraron abriendo fuego para realizar un allanamiento. El hombre murió en el lugar. Investigan si se trató de un error policial.
Un policía metropolitano de 25 años murió después de recibir un balazo en su casa de Monte Grande, tras un presunto tiroteo con integrantes de la Policía Bonaerense que allanaban el lugar, en el marco de una investigación sobre una banda que realizó secuestros extorsivos. Fuentes policiales detallaron que el operativo fue uno de los 18 ordenados por el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, quien investiga secuestros cometidos en la zona, entre los cuales se cuenta el que tuvo por víctima al fiscal adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera. Fuentes de la fuerza bonaerense informaron que el oficial metropolitano Cristian Silva resistió el arresto a los tiros, pero la esposa del hombre –contó una vecina a la prensa– aseguró que los otros policías “entraron sin avisarles” que eran integrantes de la fuerza y que “lo mataron de una”. Los investigadores advirtieron que sobre Silva no pesaba ningún pedido de detención.
El operativo estuvo a cargo de integrantes de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) Almirante Brown y del Grupo Halcón, que ingresaron en la vivienda de General Paz al 2100 alrededor de las 7 de la mañana de ayer. Silva, que revistaba en la Metropolitana desde hacía tres meses, estaba en el lugar con su esposa y su hijo de dos años. Fuentes de la policía bonaerense aseguraron que respondió al ingreso a balazos, que los efectivos que entraban repelieron, y la situación devino tiroteo. Silva recibió un disparo y murió allí mismo; sus colegas de la Bonaerense resultaron ilesos.
Los voceros de la policía aclararon que Silva no tenía pendiente ningún pedido de detención formal, mientras que los investigadores procuraban establecer si tenía alguna vinculación con la banda dedicada a los secuestros extorsivos o si el allanamiento en el lugar fue un error por parte de la Policía Bonaerense.
Fuentes de la fuerza provincial aseguraron que, al morir, Silva tenía el dedo en el gatillo del arma de fuego con la que presuntamente disparó. De todos modos, la autopsia deberá establecer el motivo del fallecimiento y si el dermotest registra restos de pólvora en su mano.
La investigación quedó a cargo de la División Homicidios de la Policía Federal, y las armas usadas en el enfrentamiento serán peritadas por la Policía Científica.
Como resultado de los demás allanamientos, por otra parte, hubo dos personas aprehendidas, que la justicia vinculó con la banda dedicada a los secuestros extorsivos.
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