A un año del plebiscito popular en el que ocho de cada diez habitantes de Esquel rechazaron la instalación de una mina de oro en la comarca, la empresa Meridian Gold aún no canceló su proyecto, la clase política continúa sin escuchar a la comunidad y el pueblo mantiene la lucha. “Ellos (la compañía) tienen las leyes a su favor, tienen poder económico y cuentan con la dirigencia política. Nuestra única herramienta es la movilización permanente, con eso resistimos y es nuestra mejor arma”, remarcaron desde Vecinos Autoconvocados y resumieron sus dos pedidos: que la Meridian Gold se vaya ya y que se modifiquen las leyes mineras actuales. Desde el sábado se realizan diversas actividades recordando el éxito de la votación, y mañana será el cierre con una marcha que promete ser multitudinaria. La consigna será la misma de cuando se inició el conflicto: “No a la mina”.
La empresa Meridian Gold planea, desde hace dos años, explotar oro y plata en una mina a cielo abierto a nueve kilómetros del centro urbano de Esquel empleando seis toneladas diarias de cianuro de sodio y dinamitando miles de toneladas de roca por día. Luego de decenas de movilizaciones de la población, el 23 de marzo último se realizó una consulta popular donde el 81 por ciento del electorado rechazó el emprendimiento, sobre todo por los perjuicios ecológicos para toda la región y la modificación que ocasionaría en la vida del lugar. Sin embargo, el intendente Rafael Williams rechaza acompañar el pedido de los habitantes y el gobernador Mario Das Neves –como su antecesor José Luis Lizurume– tampoco interviene, lo que en la práctica significa dar vía libre a la continuidad del proyecto.
Promesas públicas de Lizurume habían señalado que el último 4 de diciembre iba a realizarse una audiencia pública para definir el futuro de la mina. Por diversas excusas fue postergado indefinidamente. Los habitantes de Esquel aseguran que la indefinición gubernamental y judicial se debe al poder de presión que tiene la multinacional Meridian Gold sobre la clase dirigente local. “Formalmente la iniciativa está ‘en pausa’, según ordenó la Justicia, pero sabemos que la empresa sigue explorando la zona y que cuenta con los servicios de una consultora que la asesora cómo moverse en la comunidad para cooptar gente. De hecho, están comprando voluntades de algunos vecinos. Hacen todo un trabajo fino esperando que el pueblo baje los brazos para seguir con su proyecto. No entiende que no vamos a parar hasta que se vayan”, explicó Sandro Holmes, miembro de Vecinos Autoconvocados.
La movilización del pueblo comenzó hace casi dos años y trajo sus consecuencias: cuarenta personas fueron amenazadas por oponerse al proyecto minero y, por el mismo motivo, muchos habitantes sufren persecuciones laborales. Las organizaciones sociales destacaron que no están contra la minería sino “contra este tipo de minería, que saquea las riquezas de los pueblos y destruye el equilibrio ecológico de las regiones afectadas”.
La organización Greenpeace asegura que en el Informe Ambiental del emprendimiento se confirma la realización de una enorme cava de 200 metros de profundidad y dos kilómetros de largo. Este reservorio de desechos, destaca la ONG, tendrá gran potencial de producir los llamados drenajes ácidos que ocurren cuando las sustancias contaminantes utilizadas en la explotación entran en contacto con el aire: las aguas del deshielo y la lluvia arrastran los ácidos y metales pesados hacia arroyos, lagos y napas, que terminan con un alto grado de contaminación.
Esquel es el primer lugar de América donde la acción de la población logró que un proyecto de explotación minera suspenda sus actividades. En este sentido, el 23 de marzo de 2003 es una fecha de gran importancia porque sentó un precedente importante sobre el derecho de cada comunidad a ser consultada cuando su calidad de vida esté amenazada. Con la gran repercusión alcanzada se transformó en caso testigo y dio voz a otros puntos de la Argentina donde se mantiene la misma lucha: ciudades, pueblos y parajes de Catamarca, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Neuquén, Córdoba, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe y Río Negro, además de Chubut, conformaron la Red de Comunidades Afectadas por la Minería, desde donde se denuncia la entrega de los recursos naturales, se exige la inmediata prohibición de los métodos de explotación minera contaminantes y reclama la urgente anulación de la legislación vigente del sector. “La ley actual otorga la cesión del suelo y subsuelo a empresas extranjeras y habilita métodos de extracción prohibidos o muy cuestionados por el impacto ambiental que provocan”, advierte el primer documento de la Red.
Las actividades por el aniversario comenzaron ayer con caminatas por los paisajes que corren peligro, hubo talleres sobre Movimientos Sociales y el Rol de las Asambleas, y también un festival musical. “La intención de estas jornadas en festejar luchando”, resumieron los vecinos de la localidad chubutense y remarcaron que los objetivos son promover la información sobre el tema, revalidar el sistema de asambleas como forma de toma de decisiones, organizar un plan de trabajo para modificar la legislación vigente y aunar esfuerzos para hacer cumplir la voluntad popular expresada en el plebiscito del último año. Hoy habrá recorridas por las inmediaciones del lago Futalaufquen y una asamblea masiva donde se analizarán los más de dos años de lucha, el estado de situación actual y los pasos de seguir. Mañana, en la Plaza San Martín, expondrán la obra de teatro La criatura cumple un año, y por la tarde será la marcha por las calles de Esquel. Ya aseguraron su participación cientos de vecinos de Bariloche, El Bolsón, Lago Puelo, Cholila, Epuyén y representantes de otras comunidades de América latina perjudicadas por la minería.

Informe: Darío Aranda.