Lun 22.03.2004

SOCIEDAD  › UN HOMBRE PROVOCO UNA TRAGEDIA EN CHIVILCOY

Tres crímenes y un suicidio

Los crímenes se revelaron cinco días después, por el silencio y por el olor. Entonces, llegó la policía, forzó las puertas de las dos viviendas de Chivilcoy y aparecieron los cadáveres: el de la esposa asesinada a balazos; el de la madre, el de la hermana, muertas por la misma arma; el del hombre que, luego de matar a todas, se suicidó. Se ignoran los motivos, si los hubo que puedan ponerse en palabras; sólo se sabe que el homicida tenía antecedentes por hechos violentos.
Se estima que los crímenes tuvieron lugar el martes de la semana pasada. Hugo Anselmo, de 54 años, mató a su mujer, Rosa Arce, de 50, en la casa que ambos ocupaban en Paso de la Patria 489, en las afueras de Chivilcoy.
Después, el homicida guardó entre sus ropas la carabina recortada calibre 22 y caminó los 300 metros que separan la vivienda de la que, en Bernardo de Irigoyen 530, ocupaban su madre, María Esther Serco, de 75 años, y su hermana Graciela Esther Anselmo, de 48, discapacitada mental. Las mató también, y allí mismo se suicidó.
“A los vecinos les había dicho que las iba a matar pero ellos pensaban que era una boconeada nomás y no habían hecho nada”, señaló una fuente policial de Chivilcoy. Esos mismos vecinos, ayer, llamaron a la policía, porque hacía varios días que no veían a los Anselmo y porque de las viviendas había empezado a salir olor.
Anselmo vivía en la casita de la calle Paso de la Patria pero “pasaba mucho tiempo en la otra casa porque la madre estaba enferma; la hermana tenía una pensión por invalidez”, comentó la fuente.
Se ignoran las causas de la tragedia. “Nadie esperaba esto. Los vecinos, los familiares, nadie pensó que él fuese capaz de hacer esto.”
Sin embargo, Anselmo tenía antecedentes: en 2001 había estado preso por “lesiones graves”, luego de quebrarle el brazo a un vecino. Tenía causas por lesiones leves y prontuario de contravenciones en el juzgado de paz de Chivilcoy por “desórdenes en la vía pública”.
El homicida y suicida había sido empleado en una fábrica de esa localidad. Después se dedicó a reparar heladeras, y últimamente estaba sin trabajo. Estaba separado de su primera esposa, con la cual había tenido una hija que se recibió de abogada y que vive en Chivilcoy.

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