Fuentes de la fiscalía que investiga el secuestro y homicidio de Axel Blumberg intentaron responder anoche a la ola de críticas desatadas por la investigación y el operativo puesto en marcha en el caso. “Hubo una orden de detener a los secuestradores, igual que se hizo en el caso del padre de Jorge ‘Corcho’ Rodríguez –explicaron–. Es más, hace varias semanas, cuando fue secuestrado un ejecutivo de Telecom, la Policía Federal protagonizó un tiroteo con los secuestradores. Los delincuentes huyeron y no mataron al ejecutivo. Al día siguiente llamaron otra vez, cobraron y liberaron a la víctima. En el caso Blumberg hay críticas furibundas porque las cosas salieron mal y mataron a Axel. Pero ocurre que el gobierno bonaerense ha pedido el juicio político de la fiscal de San Nicolás, Amalia Sívori, que se negó a dar órdenes de arresto o allanamiento hasta que la víctima de un secuestro no estuviera en libertad. Argumentó que era para preservar la vida de la víctima. Si ése era el mensaje, ¿por qué se vienen ahora contra nosotros?”, argumentan en la fiscalía. En verdad, allí está planteada la polémica, ya que los sectores más identificados con la mano dura siempre sostuvieron que la policía debía intervenir contra los secuestradores, pase lo que pase, y que incluso debía prohibirse el pago del rescate. Esa estrategia naufragó con la muerte de Axel Blumberg.
En el debate, los cultores de la mano dura ahora argumentan que está bien intervenir, pero que en este caso se hizo mal. Desde la fiscalía exponen los siguientes elementos:
- Es verdad que había policías en la estación de servicio donde fue citado el padre para iniciar las postas para pagar el rescate. “Sucede que cuando estamos ante un secuestro, no se le trasmite la información a toda la policía sobre lo que se está haciendo. Sólo lo saben la Departamental de Investigaciones y la SIDE. Por lo tanto, los policías que estaban allí ni sabían que el padre de Axel iba a pagar el rescate: eran patrulleros que habitualmente hacían su custodia en ese lugar”, dicen en la fiscalía.
- Se cuestiona el operativo por el cual se intentó detener a los secuestradores que, supuestamente, iban en el Wolkswagen Passat. “Efectivamente no había que fallar, pero los secuestradores escaparon. Ha ocurrido en otros casos, como el del ejecutivo de Telecom, sin que terminara en la muerte del secuestrado. En el caso Blumberg, no sabemos bien por qué, terminó en el asesinato.”
Ese es el punto central del debate entre las dos posiciones:
- Después del caso de Ernesto Rodríguez hubo alabanzas a la estrategia que consiste en tratar de “hacer cesar el delito”, intervenir contra la banda esté o no en libertad el secuestrado. El propio Jorge Rodríguez sostuvo que no le hubiera importado qué le pasaba a su padre, por cuanto él tenía la decisión de no pagar.
- En la otra postura están quienes consideran que se debe preservar la vida del secuestrado y que la intervención debe hacerse después de la liberación.
Más allá del debate, en la fiscalía creen que están tras los pasos de la banda, a la que ligan con otros delitos, entre ellos el del robo y la venta de autos. Si logran detenerlos, habría más chances de develar el gran misterio: por qué mataron a Axel. Por ahora, las hipótesis siguen siendo que fue una represalia por el tiroteo y el intento de capturarlos, que Axel oyó o vio algo, que pudo haber percibido una complicidad policial o que lo mataron para sembrar un cadáver en territorio bonaerense como mensaje policial-mafioso contra los pases a retiro de comisarios u otras oscuras cuestiones de la política provincial.