La batalla alrededor de Diego Maradona continúa. Se prepara una ofensiva sobre el Tribunal de Familia número 2 de Morón, a cargo del caso del Diez, para que en menos de dos semanas se le permita trasladarse a una clínica de alto nivel en Suiza. Algunos califican esa movida como un intento del viejo entorno de sacarlo del tratamiento actual. Su internación no permite que firme ningún contrato ni produzca negocio alguno. Otros argumentan que no hay mala intención, sino que el tratamiento en la clínica del Barrio Parque no es de la máxima calidad. En cualquier caso la palabra la tiene el juez Norberto García Vedia, designado por el tribunal, y esencialmente los padres de Diego, quienes le pusieron la firma a la internación y ahora sufren presiones de los distintos entornos.
La figura del último representante de Maradona, Oldemar Barreiro Laborde, aparece en el centro de la polémica. Ayer hizo trascender que el Diez sería trasladado a Brasil y de allí a algún centro en otro país. En verdad, los allegados al representante dicen que el objetivo real es Suiza y la promesa consiste en que hoy presentarán una carpeta completa del proyecto en el tribunal. Habría un obstáculo: los abogados más allegados a este entorno, Roberto Damboriana y Oscar Moyano, que tienen un poder firmado por Diego, se presentaron en el juzgado de Morón, pero el lunes el tribunal habría rechazado esa presentación por considerar que no tienen validez los poderes firmados por una persona como Maradona, ahora inhabilitada judicialmente. Consultado por este diario, Damboriana sostuvo que no recibió ninguna notificación de esa resolución y que él representa plenamente los intereses de Diego, aun cuando las decisiones de todo tipo están ahora en manos de la Justicia. No faltan quienes dicen que el aliado de Barreiro Laborde en el entorno familiar es uno de los hermanos de Diego, Lalo, y también está latente la postura del propio Maradona quien les dice a todos los que se acercan que se quiere ir y que no aguanta el encierro.
Sin embargo, Claudia Villafañe, las hijas del ex jugador y también los padres están en conflicto con Barreiro Laborde y no aceptarían que Diego se mueva de donde está, ya que creen que se han conseguido pasos importantes: bajó de peso, hace cinco semanas que no consume cocaína y, aparentemente, empezó a aceptar el tratamiento. Esta parte del grupo familiar se presentará hoy en el tribunal a través de una abogada que es vecina de la casa de los Maradona en Villa Devoto.
En el medio del conflicto están los padres del Diez y el tribunal de Morón.
u Doña Tota y Don Diego fueron los que firmaron la internación del ídolo, por lo cual son los que verdaderamente tienen el poder para hacer presentaciones ante el juzgado y modificar la situación de Diego. Sobre ellos se harán las presiones, más aún teniendo en cuenta la fragilidad del cuadro debido a la internación del padre del ídolo.
u El Tribunal de Familia número 2 está en el centro de la escena. Un defensor oficial es el designado –según lo establece el Código Civil– como defensor especial para vigilar judicialmente la internación del Diez. Pero la voz cantante la lleva el juez García Vedia, quien volvería a visitar a Diego hoy o mañana. En principio, en el tribunal están de acuerdo con que el ex jugador siga en el Barrio Parque y desconfían de quienes lo quieren sacar.
Detrás de las presiones hay acusaciones cruzadas de todo tipo. Están los que sostienen que la movida hacia Suiza tiene como objetivo central sacarlo del control judicial y conseguir su “liberación”. Quienes critican esta jugada argumentan que Diego internado no es negocio y que lo que se busca con el traslado es el regreso a los negocios. Quienes defienden la salida de Diego aseguran que el tratamiento del Barrio Parque sólo da paradiez días o dos semanas más, y que luego hay que buscar un lugar de mejor nivel. El propio Diego –dicen– quiere volver a Cuba ya mismo. En medio de esta controversia en la que participan familiares, abogados, interesados y representantes, es casi seguro que el tribunal buscará médicos de su confianza y alejados de esta guerra para que den una opinión calificada.