El polémico fallo que atenuó una condena a un ex policía que asesinó a golpes a su esposa porque ella le había confesado su infidelidad podría revertirse: el fiscal de la causa apeló la sentencia y en las próximas semanas la Cámara de Apelaciones deberá expedirse. Al mismo tiempo, se conoció que en el expediente existían pruebas –que sugestivamente fueron borradas– de que el marido también había sido infiel en varias oportunidades y que, incluso, tiene un hijo en otro pueblo de la misma edad del que tuvo con su esposa, según reveló la abogada Susana Chiaro-tti, miembro del Instituto de Género, Derecho y Desarrollo de Rosario y del Comité de América latina y del Caribe de los Derechos de la Mujer (Cladem).
El suboficial Pedro Hipólito Lezcano le dio una paliza brutal a su esposa Patricia Alejandra Azcurra. La mujer no sólo recibió golpes de puño y patadas, sino también otros tormentos que figuran en el expediente judicial. El episodio ocurrió el 8 de febrero de 2001 en un paraje deshabitado adonde Lezcano llevó especialmente a Patricia, después de que ella le contara que tenía un amante. La mujer murió tras tres días de agonía: por la golpiza había perdido un riñón. Luego se supo que su cuerpo ya había mostrado con anterioridad signos de malos tratos que ella –como tantas víctimas de violencia doméstica– nunca se había animado a denunciar. El matrimonio y los dos hijos, de 7 y 10 años, vivían en Acebal, un poblado ubicado a 35 kilómetros de Rosario.
Los detalles del caso se conocieron días atrás cuando el juez de sentencia José María Casas, de Rosario, dictó la polémica sentencia contra el ex cabo por “homicidio calificado por el vínculo”. En lugar de aplicarle la pena de prisión perpetua, establecida por el Código Penal para ese tipo de delito, consideró como atenuante de su actitud que ella le había sido infiel y apenas le fijó 12 años de cárcel. Para el fiscal de Cámara Guillermo Camporini “la conducta desplegada está más cerca de un obrar premeditado y alevoso que de una situación extraordinaria de atenuación, ya que tendría que darse una situación sorpresiva e inesperada, que en ningún momento se produjo, puesto que Lezcano fue preparando el momento para arribar al ataque homicida”. Al parecer, el ex policía estaba enterado de la infidelidad de su mujer. La sentencia recibió duros cuestionamientos por su tinte “machista”.