Una azafata argentina y un comisario de abordo estadounidense que integraban la tripulación de un avión de American Airlines fueron detenidos ayer en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, acusados de introducir ilegalmente al país artículos electrónicos, deportivos y perfumes. También fue detenido el marido de la azafata, quien era el encargado de comercializar, por Internet, la mercadería que sus dos cómplices introducían al país de contrabando. Las primeras dos detenciones se produjeron ayer a las 8.45, al llegar a Ezeiza el vuelo 943 de American Airlines, procedente de Miami. El jefe de la División Delitos Federales de la Policía Federal, Eduardo Ciacchio, confirmó que los tres detenidos están imputados de contrabando. Entre otros artículos, ingresaban al país filmadoras, reproductores de DVD, cámaras digitales, walkmans, memorias para computadoras, cámaras fotográficas, perfumes, artículos de golf, pesca y ski y repuestos de motocicletas.
Tras las primeras dos detenciones en Ezeiza, hubo tres allanamientos en la Capital Federal en busca de artículos de contrabando y una serie de pruebas documentales que fueron incorporadas a la causa, a cargo del juez en lo Penal Económico Julio Speroni. Uno de los operativos fue en el domicilio de la azafata, en Luis María Campos al 1400. Allí fue detenido el marido de la empleada de la compañía de aviación. Las ventas se hacían a través del sitio de Internet www.elpatto.com.ar.
En la casa encontraron gran cantidad de artículos electrónicos, entre ellos 40 cámaras fotográficas digitales, cuatro filmadoras, 30 memorias y 30 cajas con perfumes. La policía allanó luego las oficinas del marido de la azafata, en Sucre al 400, donde encontraron tres computadoras desde las cuales se hacían las ventas. Algunos de los artículos eran vendidos al interior del país, a donde llegaban por encomienda. El tercer allanamiento se hizo en una vivienda de Roseti al 1400. Allí se secuestraron palos y otros objetos de golf. Ese domicilio pertenece a un cuarto integrante de la organización, que permanece prófugo.
El comisario Chiacchio explicó que la azafata y el comisario de a bordo “aprovechaban las facilidades de viajar continuamente para comprar y vender las mercaderías”. Las normas vigentes dicen que los empleados de una compañía aérea sólo pueden entrar al país 300 dólares anuales en mercadería, a diferencia de los pasajeros, que pueden ingresar la misma suma, pero en cada uno de los viajes que realicen durante el año.
Las detenciones se produjeron luego de una investigación que comenzó hace seis meses. Ahora el juez Speroni trata de averiguar si hay más tripulantes involucrados en las maniobras. La policía mantuvo en reserva el nombre de los tres detenidos, que mañana serán indagados por el juez.