El gobierno porteño ordenó ayer la clausura de la discoteca New York City, donde el último sábado un suboficial de la Policía Federal que se desempeñaba como custodio agredió brutalmente a un adolescente de 17 años y le reventó la vejiga de un rodillazo. Por el episodio, que derivó en la internación del muchacho y la detención del agente, quedó en evidencia que el tradicional boliche bailable del barrio de Colegiales se encontraba en infracción: la ley de seguridad privada de la Ciudad prohíbe a las discos contratar como patovica a personal de fuerzas de seguridad en actividad, salvo que lo hagan en calidad de policía adicional. En este caso, el custodio no tenía uniforme y tampoco estaba inscripto en el registro correspondiente. El defensor adjunto de la Ciudad, Gustavo Lesbegueris, reclamó al gobierno porteño “controles preventivos en las discos”. También será clausurado, por problemas con la seguridad del local, el boliche El Emperador, ubicado en Flores.
Las clausuras se efectivizarán el viernes, según adelantó a Página/12 el subsecretario de Seguridad del gobierno porteño, Enrique Carelli, porque el trámite demanda un par de días. El Ministerio de Justicia confirmó la identidad del policía-patovica y precisó que se trata de Fernando Aner, un cabo primero del área de Seguridad y Enlace con el Poder Judicial de la Nación, que quedó en disponibilidad desde el lunes.
Ayer, el defensor del Pueblo adjunto, Gustavo Lesbegueris, recibió a la madre de Martín Torres Pereyra, el joven lesionado, quien como consecuencia del golpe debió ser operado y permanece internado en el Hospital Pirovano. Lourdes Pereyra, acompañada por el abogado José María Vera, dio detalles de la agresión sufrida por su hijo, de acuerdo con el testimonio que le hizo el muchacho. Martín, junto con una veintena de amigos, había concurrido el sábado a un desfile de modas que realizaba en New York City el curso de su novia, del colegio Nicolás Avellaneda. Según la denuncia, el local les permitía salir y volver a entrar sin pagar antes de las 2 de la madrugada, para lo cual a cada persona se le colocaba una pulsera para comprobar que habían estado adentro. Los jóvenes salieron de la disco y luego intentaron volver cuando el personal del local intentó demorar su ingreso. En esas circunstancias se habría producido una discusión, hasta que Martín recibió un golpe de karate en el bajo vientre que le provocó un tajo de siete centímetros y el estallido de la vejiga.
“El gobierno porteño tiene que hacer controles preventivos en las discos. Si un boliche tan tradicional y conocido como New York City no tiene el personal de seguridad registrado significa que a la Ciudad le pasó un elefante por delante y no se dio cuenta”, cuestionó Lesbegueris. Las clausuras fueron anunciadas luego de que el defensor adjunto tomó intervención en el caso y anunció que pediría informes al gobierno porteño sobre la situación de la disco. El subsecretario Carelli reconoció ante Página/12 que no se había inspeccionado a New York City “en los últimos días”, pero no pudo precisar cuándo había sido el último control.
La disco será clausurada por violar la ley 118 de seguridad privada. “En el capítulo sobre las discos se establece expresamente que no podrán contratar como custodios personal de fuerzas policiales, militares o de inteligencia”, explicó Carelli. Para esa función los boliches deben contratar a una empresa de seguridad debidamente habilitada o tener personal propio inscripto en el registro de patovicas de la Ciudad. “New York City no cumplía con ninguno de los dos puntos”, destacó el funcionario.