SOCIEDAD
› ARSLANIAN ECHO A OTROS 201 POLICIAS
ACUSADOS Y HASTA PRESOS POR DIVERSOS DELITOS
La gran purga de la Bonaerense, parte II
La nueva tanda de exonerados trajo nuevas sorpresas: Fanchiotti, el comisario preso por las muertes de Kosteki y Santillán seguía siendo miembro de la fuerza. Y cobraba. La lista incluye otras tantas perlas de bonaerenses acusados de todos los delitos posibles. Ya suman 504 los echados.
› Por Mariana Carbajal
Se vino la segunda. A tres semanas de la primera purga en la Bonaerense, el ministro de Seguridad, León Arslanian, anunció ayer la expulsión de la fuerza de otros 201 policías. Salvo dos que fueron pasados a retiro obligatorio por haber cumplido los años de servicio requeridos, todos están acusados o condenados por cometer delitos graves: desde apremios ilegales, robo a mano armada, secuestros extorsivos, abigeato y abuso sexual de detenidas y dementes hasta apoyo a delincuentes y vinculación con bandas delictivas. Uno de los casos más emblemáticos es el del comisario Alfredo Fanchiotti, quien está preso y será sometido a juicio oral y público por los asesinatos de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, y aun así seguía perteneciendo a la Bonaerense. No es el único exonerado tras las rejas: 29 más están encerrados en cárceles de la provincia, pero continuaban cobrando su sueldo. Casi cuatro de cada diez son oficiales. Con esta nueva depuración, suman 504 los echados desde que Arslanian se hizo cargo, a mediados de abril, del manejo de la seguridad provincial. Pero, según adelantó una fuente gubernamental a Página/12, “hay otros doscientos que están en las gateras”.
La segunda purga fue dada a conocer ayer durante una conferencia de prensa en la gobernación provincial, en La Plata. Arslanian aclaró que aún quedan alrededor de 700 sumarios por hechos graves para resolver. Indicó, además, que existen alrededor de 24 mil sumarios administrativos iniciados contra policías por faltas leves, como perder la gorra y faltar el respeto a sus superiores, que en su mayoría serán archivados porque “generan una dificultad en la promoción de los efectivos”. “En un gran porcentaje vamos a aplicar el principio de insignificancia que se da cuando la falta es muy leve y tiene un escasísimo grado de afectación del interés jurídico tutelado”, explicó. “Estaban todos los sumarios mezclados, los que respondían a causas graves y a leves, para que no hubiera los castigos correspondientes”, reveló una fuente cercana al ministro.
Arslanian detalló que de los 201 policías separados de la fuerza, el 37 por ciento son oficiales y el 63 por ciento restante, suboficiales. Dentro de la oficialidad, 21 eran jefes y 56 subalternos, mientras que en la suboficialidad, 38 eran superiores y 86 pertenecían a la tropa. Entre los exonerados figuran los comisarios Hugo Roberto Aroza, a cargo de la comisaría 1ª de Berazategui, y Eduardo Luis Depaoli, quien pertenecía a la Jefatura Departamental de Mercedes y había pasado a disponibilidad preventiva durante la gestión de Juan Pablo Cafiero, en octubre de 2002. Junto a Fanchiotti también fueron desplazados los otros policías que participaron en la represión a piqueteros el 26 de junio de 2002 frente al Puente Pueyrredón, donde fueron asesinados Kosteki y Santillán (ver página 11). También hay casos de uniformados que deberían tener una causa penal por la gravedad de los hechos en los que están involucrados, pero que todavía no han sido denunciados en la Justicia. “No están siquiera en situación de disponibilidad preventiva y, en cambio, están en funciones”, destacó Arslanian. “Asuntos Internos se va a encargar de denunciarlos”, aseguró una fuente del ministerio.
Arslanian anunció también el pase a retiro obligatorio del ex jefe de la Departamental de Seguridad de Bahía Blanca, comisario mayor Gustavo Moral, y del suboficial principal, Héctor Herrera.
“Estamos empeñados en una política de premios y castigos. Es nuestra obligación llevar adelante un proceso de depuración de la institución policial, donde los buenos policías, que los hay y que son la mayoría, encuentren una verdadera recompensa”, destacó Arslanian. El ministro también se refirió a la reciente intervención en la Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Policía y la justificó al señalar que se detectaron “irregularidades” y “problemas de funcionamiento”. El martes el ministro removió al presidente y el vice de la Caja, comisario general Miguel Angel Pérez y comisario mayor Jorge Fernández, y puso en su reemplazo a los comisarios mayores Oscar David Gadano y Luis Alberto Castro, respectivamente. Los alejamientos fueron dispuestos horas después de que un grupo de policías retirados, encabezado por el ex comisario Edgardo Mastrandrea, tomara el Ministerio de Seguridad provincial en rechazo a la ley que establece la inclusión de civiles en el directorio de la Caja.
Arslanian trazó, además, un balance de sus casi dos meses de gestión y aseguró que la policía “está trabajando muy bien, con mucha abnegación, compromiso y seriedad”. “Cuando designé los nuevos jefes policiales les expuse muy claramente las reglas de juego y los nombramientos fueron por 180 días, lapso en el cual deben demostrar la eficiencia en la lucha contra el delito y hasta ahora lo están haciendo”, dijo. Explicó a su vez que continuará abierta la inscripción para jóvenes que quieran ingresar a la denominada Policía Buenos Aires 2 que realizará tareas de prevención y represión del delito en el Gran Buenos Aires. “Hasta ahora se seleccionaron alrededor de 900 aspirantes”, concluyó.