SOCIEDAD
Otro juicio por un maestro de jardín acusado de abuso
El imputado es un maestro de música que trabajaba en el jardín Nueve Lunas, del barrio de Núñez. En total, pesan sobre él nueve denuncias de varios institutos. Ayer estuvo seis horas frente al tribunal y se declaró inocente.
› Por Pedro Lipcovich
Empezó el juicio oral al maestro de música acusado de abuso deshonesto contra niñas y niños de jardines de infantes. El imputado declaró durante seis horas, y dos horas duró el testimonio de los padres de una de las niñas. La audiencia se realizó a puertas cerradas por disposición del tribunal. El abogado del acusado insistió en que “se trata de una denuncia falsa, no necesariamente porque los padres o los chicos mientan, sino porque se fue armando una puesta en escena donde todos tienen la sensación de ser víctimas aunque no lo son”. El abogado de las presuntas víctimas insistió, por su parte, en que “ha sido conculcado un derecho de los menores, y exigimos justicia”.
Pesan sobre Daniel de la Fuente, de 33 años, profesor de música, nueve denuncias de abuso deshonesto calificado sobre niñas y niños de jardín de infantes. La primera fue efectuada en junio de 2000 por los padres de una nena de tres años que asistía al jardín Nueve Lunas, en el barrio de Núñez. De la Fuente fue detenido en su casa del barrio de Belgrano. Cuando la denuncia tuvo difusión periodística, se presentaron también padres de niños de otros colegios en los que De la Fuente daba clases: el Jardín de las Barrancas y el San Agustín.
La jueza de menores Susana Leyras se hizo cargo de la causa y concluyó disponiendo, por “falta de méritos”, no procesar a De la Fuente, quien fue liberado. El fiscal José María Campagnoli apeló y la sala 7ª de la Cámara de Apelaciones –integrada por Abel Bonorino Pero, José Manuel Piombo, Omar Peralta y Carlos Bruniard– revocó la decisión de la jueza.
La causa recayó entonces en el Juzgado de Instrucción en lo Criminal Nº 12, a cargo de Ricardo Arturo Warley, quien concluyó también que no había méritos para el procesamiento y dispuso la libertad de De la Fuente. Pero la misma sala de apelaciones volvió a ordenar al magistrado que continuara la investigación y elevara el caso a juicio oral.
Antes de ser detenido otra vez, De la Fuente escapó. Bajo una identidad falsa, alquiló una casa en la localidad de Guernica, donde se ganó la vida fabricando artesanías y pintando casas; su esposa lo visitaba dos veces por semana. En agosto de 2002, cuando estaba con su mujer y una sobrina, la policía lo detuvo y desde entonces permanece preso.
El juicio oral recayó en el tribunal Nº 15 integrado por Elena Do Pico Farrell, Ricardo Galli y Héctor Grieben; interviene el fiscal Pablo Oubiña. La audiencia de ayer duró casi nueve horas y se efectuó a puertas cerradas, lo cual es facultad de los jueces tratándose de casos concernientes a menores. El interrogatorio del imputado se extendió por seis horas: De la Fuente se declaró inocente de los cargos.
Luego, durante dos horas, declararon los padres de la niña del Nueve Lunas, que habían efectuado la primera de las acusaciones.
Adrián Tenca, abogado de De la Fuente, sostuvo que “a partir de la primera denuncia, sucedió algo que es común en este tipo de casos: se produjo un ‘efecto catarata’ por parte de otros padres a partir de la difusión periodística de la denuncia inicial; incluso, hubo ‘panfleteadas’ en los colegios donde trabajaba De la Fuente”.
Según Tenca –profesor adjunto de derecho penal en la UBA y autor del libro Delitos sexuales–, se trataría de “denuncias falsas, pero no necesariamente porque los padres o los chicos mientan, sino porque va armando una puesta en escena donde todos tienen la sensación de ser víctimas aunque en realidad no lo son”.
Tenca sostuvo que “no es verosímil la acusación, ya que, según ella, los abusos se habrían cometido en las aulas mismas, que son lugares públicos donde habitualmente entraban sin anunciarse otros profesores; ninguno de éstos vio nunca nada extraño en ninguno de los colegios”.
El abogado afirmó que “los jueces de instrucción efectuaron peritajes psicológicos a los niños antes de disponer la falta de mérito”. Además, “las pericias técnicas fueron todas negativas; por ejemplo, se sostuvo que el acusado había eyaculado sobre el buzo de una de las nenas pero la pericia sobre la prenda no encontró rastros de tal cosa”.
Jorge Reale, abogado de los padres, se excusó de opinar, ya que “hacerlo sería prejuzgar. Hay muchas familias involucradas, incluso la del propio imputado, y preferimos una actitud prudente”. El abogado sostuvo que “más que pedir la condena del imputado, defendemos los derechos de los menores: creemos que hay un derecho conculcado y solicitamos justicia”.
El juicio oral continuará hoy y está previsto que finalice el próximo jueves.