La localidad de Isidro Casanova, en el partido de La Matanza, se convirtió ayer en epicentro de dos hechos relacionados con secuestros extorsivos. Uno de los casos fue la liberación, sano y salvo, de un estudiante universitario de 29 años que había sido víctima de un secuestro exprés el viernes por la noche. La policía pudo dar con la víctima y luego de una persecución pudo detener, previo tiroteo, a tres de los secuestradores. Lo más insólito del caso es que tanta acción giró en torno de una privación ilegal de la libertad por la que se pagó un rescate ínfimo, de 500 pesos. La otra noticia tuvo que ver con la detención de cuatro hombres que integraban una banda que se aprestaba, según la policía, a realizar por lo menos dos secuestros extorsivos. En poder de los detenidos se encontraron fotografías de las futuras víctimas, armas, celulares y elementos relacionados con la logística de la organización.
El caso del estudiante universitario secuestrado, cuyo nombre fue mantenido en reserva, comenzó a las 22 del viernes cuando la víctima estaba llegando a su domicilio de la localidad de Villa Luzuriaga, manejando su auto particular, un Ford K. Los delincuentes, que estaban armados, obligaron al joven a tirarse en el asiento trasero de su automóvil y luego escaparon. Poco después la madre del muchacho recibió el primer llamado telefónico de los secuestradores, quienes solicitaron una cifra irrisoria: mil pesos en efectivo.
A pesar de la advertencia recibida de parte de los captores, la mujer denunció lo ocurrido ante las autoridades de la comisaría de Villa Luzuriaga. Cuando los policías concurrieron al domicilio de la denunciante para corroborar sus dichos, ella recibió un segundo llamado. Eso permitió a la policía hacer un seguimiento de la llamada que fue clave para la resolución del caso. El negociador de la familia prolongó el diálogo telefónico y la policía pudo establecer el lugar de donde se hacía el pedido de rescate. Después, no sin idas y venidas, la madre del joven secuestrado se puso de acuerdo con los autores del hecho, con quienes convino el pagó de 500 pesos, es decir, la mitad del monto solicitado.
A la hora de pagar el rescate, personal policial encubierto de la seccional de Luzuriaga y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) La Matanza se instaló en toda la zona. Fue entonces que comenzaron a seguir los pasos de tres presuntos sospechosos y observaron también la presencia de un joven que caminaba por un descampado y que respondía a las características físicas de la víctima. Los delincuentes intentaron escapar luego de cobrar el dinero, pero fueron perseguidos por la policía. El seguimiento se prolongó por distintas calles y avenidas de Villa Luzuriaga, San Justo e Isidro Casanova.
Los secuestradores fueron interceptados en Juan Florio y las vías del ferrocarril Belgrano. Allí se produjo un tiroteo y los tres hombres fueron detenidos. La policía secuestró dos pistolas calibre nueve y 11.25 milímetros y un revólver calibre 22, además del monto del rescate.
Por otra parte, también en Isidro Casanova, fueron detenidos otro cuatro hombres que integraban una banda que estaba por cometer al menos dos secuestros extorsivos. Los delincuentes, que iban en una camioneta Ford Transit, tenían en su poder las fotos de dos potenciales víctimas, siete teléfonos celulares, tres pistolas y varios juegos de esposas.
Las detenciones se produjeron ayer por la mañana y en el caso intervino personal de la División para la Prevención de Secuestros del Comando de Patrullas de La Matanza que realizaba un operativo de rutina sobre la ruta 3. Los agentes interceptaron la Ford Transit, que era seguida muy de cerca por un auto. En la ruta 3 y las vías del ferrocarril Belgrano, es decir en el mismo lugar donde se produjo el desenlace del otro caso, los ocupantes del rodado más chico subieron a la camioneta y trataron de escapar. Hubo una persecución de la que participaron varios móviles del Comando de Patrullas de La Matanza.
Poco antes de llegar al cruce de la ruta 3 con la avenida Marconi, una camioneta del Comando de Patrullas local logró cortarles el paso a los delincuentes, que se bajaron del vehículo y siguieron el escape a pie, tratando de ocultarse en un asentamiento cercano. Los cuatro hombres fueron detenidos y en su poder se encontraron las fotografías de dos personas, un hombre y una mujer, que serían las posibles futuras víctimas de la banda. También hallaron siete teléfonos celulares, con sus baterías sueltas, para no ser localizados fácilmente, una pistola calibre nueve milímetros y un revólver 3.57 magnum.