SOCIEDAD
Ya hay otro equipo en la carrera por el bebé clon
La empresa Clonaid, vinculada a la secta raeliana, anunció que ya implantaron embriones clonados en varias mujeres.
La carrera ya se largó: se trata de exhibir el primer bebé clonado del planeta. Hasta el momento dos equipos entran en competencia: al ginecólogo italiano Severino Antinori –que anunció hace una semana un embarazo en marcha– se sumó la empresa Clonaid, que aseguró haber implantado embriones humanos clonados en mujeres, aunque no precisó si habían tenido éxito ni de cuántos casos se trataba. Esta compañía está relacionada con la secta de los raelianos, quienes creen en un vínculo profundo entre los humanos y los extraterrestres.
“Hemos desarrollado embriones humanos hasta el estado de blastocito, es decir más de un centenar de células –contó Brigite Boisselier, directora general de Clonaid–. Cuando son buenos, los implantamos.” Sin embargo, no dio a conocer si estos intentos de lograr embarazos habían sido positivos y cuántos de ellos todavía seguían en pie. “Sólo haré el anuncio cuando el niño haya nacido, cualquiera sea la fecha, porque –como en la fertilización in vitro– existen riesgos de aborto natural”, agregó.
Hace una semana el polémico médico Severino Antinori había informado del primer embarazo clonado del mundo. Una mujer, de la que no se dieron datos, tendría una gestación de ocho semanas, de acuerdo a lo publicado por el semanario científico británico New Scientist. El ginecólogo había dado la noticia en un congreso realizado en los Emiratos Arabes Unidos, donde tiene vía libre para llevar adelante los proyectos que prohíben la mayoría de los países del mundo. La versión indicaba que se trataría del hijo de un multimillonario árabe, quien ofreció dinero para seguir financiando los programas de Antinori.
En este sentido, Boisselier manifestó estar “muy contenta, si es cierto”. Pero no pudo dejar de transparentar la cuestión de fondo: “En cierta manera, es seguro que preferiría llegar primera –dijo– En mi opinión, estoy en buena posición”. El ¿prestigio? resultante de ser el pionero en clonación humana parece ser una meta más que apetecible.
“El principio mismo de clonación humana es hacer embriones e implantarlos”, sostuvo la directora de Clonaid. “Cuando digo que lo hacemos, lo hacemos pero no voy a decir dónde estamos con relación a un nacimiento”, insistió para guardar los detalles. Pero los científicos de distintos países alertan sobre los riesgos que entraña para la mujer un embarazo de este tipo, que incluyen hasta una categoría especial de cáncer que se produce en una membrana extraembrionaria del óvulo fecundado y, obviamente, hace peligrar la vida de la madre.
La empresa Clonaid nació como respuesta al deseo de la secta de los raelianos (ver aparte) de perpetuarse en una vida eterna. El año pasado, cincuenta jóvenes se habían ofrecido para albergar en su útero al bebé clonado de una pareja que había perdido un niño de 10 meses en una operación. Boisselier reconoció que en estos casos “es más difícil (realizar el experimento) porque hace falta asegurarse de que las células estén bien preservadas”.
El equipo científico de la compañía estaría integrado por entre tres y cuatro personas y se desconoce dónde está instalado su laboratorio, después de que inspectores de la FDA –agencia federal estadounidense de control alimentario y sanitario– lo habían encontrado en la ciudad de Virginia. Tras el operativo, en el que se incautaron documentos sobre las prácticas que allí se realizaban, el centro fue trasladado al exterior.
En esta oportunidad habría una decena de personas –entre parejas y solteros– participando en los experimentos y sus nombres serían difundidos si los procedimientos llegan a buen puerto. De acuerdo a Boisselier, estos intentos no se facturan pero una vez que el sistema esté perfeccionado podría costar más de 200.000 dólares.
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