La vida en la Tierra, según los raelianos, comenzó hace 25.000 años cuando los extraterrestres pisaron este planeta y formaron, a su imagen y semejanza, a los seres humanos. Estos mismos serían clones de aquellos creadores, que cada tanto visitan a sus descendientes. En 1973 eligieron a Claude Vorilhon, periodista deportivo y corredor de autos francés, para dar a conocer al mundo su mensaje. Desde aquel día, se bautizó con el nombre de Rael.
La secta tiene 50.000 adeptos en distintos países, y cerca de 100 en la Argentina. Su casa central está en la ciudad canadiense de Québec y hay más de 800 sedes distribuidas por todas partes. Además de estimular la clonación, sus integrantes sostienen la idea de lograr la vida eterna a través de la tecnología. Sin embargo, no están alejados de lo estrictamente material. Con el paso de los años, lograron reunir nada menos que los siete millones de dólares necesarios para construir una embajada lista para recibir a los extraterrestes cuando sea necesario.