SOCIEDAD
› HABLA JOHN MAISTO, EMBAJADOR DE ESTADOS UNIDOS EN LA OEA
“La democracia está bajo cuestión”
John Maisto es el embajador de EE.UU. en la OEA. En este reportaje pasa revista a los principales puntos de crisis en la región, desde Bolivia hasta Venezuela y Haití, y sostiene que la corrupción es el cáncer que origina el cuestionamiento popular a la democracia.
Por Ana Carbajosa*
Desde Madrid
Hace algo más de un año, el presidente George W. Bush nombró a John Maisto representante de EE.UU. ante la Organización de Estados Americanos –OEA–. Desde entonces, Maisto ha visto cómo en este continente crecen las revueltas sociales, se debilita la confianza en las instituciones y las poblaciones indígenas reivindican su cuota de poder. Bajo la administración Bush, el panorama latinoamericano ha sido especialmente turbulento, incluyendo un intento de golpe de Estado en Venezuela y la expulsión de Fernando De la Rúa en Argentina y Gonzalo Sánchez de Lozada en Bolivia por revueltas populares. Aquí, el que fuera asesor especial del presidente de EE.UU. defiende para América latina una “política multilateral” en la que participen Europa y Estados Unidos y entona un mea culpa en nombre de los países consumidores de drogas. “Ya no sirve la división entre países productores y países consumidores”, afirma.
–Las revueltas sociales revelan un déficit de credibilidad de las instituciones en América latina. ¿Está en peligro la democracia latinoamericana?
–La región de América latina y el Caribe está pasando por desafíos para la democracia. No hay credibilidad en las instituciones ni en el sistema de justicia, porque en muchos países no todos los ciudadanos son iguales ante la ley. La corrupción es el cáncer del sistema democrático. Los partidos políticos se han deteriorado en algunos países. Es entonces cuando la gente se pregunta: si la democracia es así, ¿para qué sirve? En la última cumbre de Monterrey (Cumbre de las Américas de enero pasado), la gobernabilidad democrática y la lucha contra la corrupción fueron los grandes temas.
–¿Cuál es la posición de EE.UU. hacia el resto del continente?
–Nuestra prioridad es fortalecer las instituciones democráticas, trabajar con los gobiernos que persiguen a los corruptos. Hemos devuelto 20 millones de dólares que Montesinos (asesor del ex presidente peruano Alberto Fujimori) tenía en EE.UU. También estamos destinando ayudas a los países más pobres, como Bolivia, Honduras y Nicaragua.
–¿Y Haití?
–En Haití somos los primeros donantes y hemos encabezado el contingente militar en la primera fase.
–¿No piensan enviar tropas ahora bajo el paraguas de la ONU?
–Por ahora nosotros no tenemos intención de enviar más soldados, pero el envío de tropas de España y Marruecos ha sido una buena noticia. Haití necesita la colaboración de muchos países, lo que no sucedió en los ’90. Hace falta el compromiso de la ONU, una política multilateral, pero no sólo para Haití, sino para toda la región.
–¿Qué tipo de intervención se plantea la OEA en el referéndum revocatorio del mandato de Hugo Chávez en Venezuela, el próximo 15 de agosto?
–Lo que está ocurriendo es el resultado de un proceso político de acercamiento de la oposición y el gobierno gracias a la OEA y el centro Carter. El acuerdo y la posterior recogida de firmas para el referéndum fue posible gracias a la presencia internacional. Respetaremos el resultado gane quien gane, y el gobierno venezolano también tendrá que respetar las reglas del juego.
–¿A qué se refiere?
–Ha habido quejas por parte de la oposición, que aseguran que algunos miembros han sido encarcelados y que están siendo intimidados, por ejemplo a través de la colocación de mesas electorales en algunos casos a 300 kilómetros de donde viven los electores, que casualmente son los que votaron a favor de la celebración del referéndum.
–¿Están seguros de que la oposición venezolana aceptará el resultado de las urnas si gana Chávez?
–La polarización de la sociedad venezolana es enorme, por eso hace falta la observación internacional.
–¿Podríamos encontrarnos ante una situación como la de hace dos años con un intento de golpe de Estado?
–Entonces la situación fue muy confusa y contradictoria. Pero eso es el pasado.
–¿Qué lecciones sacan del apoyo militar que han prestado a Bogotá con el Plan Colombia?
–El gobierno de Uribe está consiguiendo buenos resultados. Hay grandes progresos en la erradicación de la coca y en atraer a ex guerrilleros y paramilitares para que se desmovilicen. Es dinero nuestro bien gastado. Sin embargo, Europa se comprometió a dar ayuda económica y social a Colombia que no se ha producido. En cualquier caso, el problema de la coca no está resuelto. Los países consumidores también tenemos responsabilidad. Hay que reducir el consumo. EE.UU. es el mayor consumidor del mundo. Ya no sirve la división entre países productores y países consumidores.
–Los países productores se quejan de que ustedes no abren sus mercados agrícolas para los cultivos alternativos a la coca...
–Tenemos un acuerdo económico preferencial en Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia. Además querríamos lograr el Area de Libre Comercio de las Américas.
–Pero para eso EE.UU. tiene que estar dispuesto a reducir sus aranceles y créditos a la exportación...
–Desde que (el presidente de EE.UU., George W.) Bush entró a la presidencia se han acelerado las negociaciones comerciales. Pero esos temas hay que resolverlos a través de Doha y ahí nuestros amigos europeos siguen protegiendo su agricultura.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.