SOCIEDAD
› LOS INVESTIGAN POR EL CRIMEN DE UN EMPRESARIO
Dos policías bajo sospecha
Al menos dos policías estarían vinculados al robo y asesinato de un productor agropecuario ocurrido el 15 de noviembre de 2003 en la localidad bonaerense de América, partido de Rivadavia. Por el hecho, un adolescente de 17 años está privado de su libertad en un instituto de Mar del Plata como único autor del crimen. Pero luego de 10 meses de encierro, el joven confesó que, junto a él, habían participado policías e identificó al suboficial Víctor Giménez Mansilla, que a causa de esa declaración fue suspendido en la fuerza. Además señaló que el autor intelectual del hecho sería otro oficial de mayor rango que trabajó en la misma seccional y que ahora cumple funciones en la sede Departamental de Pehuajó, según precisaron fuentes judiciales. El cuarto sospechoso sería el presunto ejecutor de la muerte, un hombre apodado “Varón”.
La detención del adolescente acusado como asesino fue hecha a la hora y media de encontrado el cuerpo del empresario Enrique Martín, muerto a golpes con un hierro. Inclusive, el joven se había autoincriminado y eso hizo que no se siguiera investigando y se cerrara la causa. Una fuente policial que estuvo en la casa de la víctima pocos minutos después de ser encontrado su cadáver afirmó a Página/12 que el hombre presentaba fuertes signos de violencia, estaba tirado en el piso y con los ojos vendados. Pesaba poco más de 120 kilos y su contextura era “bastante robusta”.
Con esos datos, la titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones Nº 2 de Trenque Lauquen, María Cristina Cicacci, siguió elaborando hipótesis porque, a su parecer, “no cerraba que un hombre tan grande fuera asesinado y luego arrastrado por un chico de 17 años solo”, comentó un vocero judicial. A esto se le suman los datos de una nueva autopsia realizada hace poco que determinó que “del crimen habrían participado más de una persona”. Lo que confirmará esta hipótesis serán los resultados de algunas pericias que, ante la confesión del joven, habían quedado frenadas. Los investigadores sospechan que la delación del adolescente fue hecha meses después del asesinato porque habría estado amenazado de muerte.
Al ser consultado por este diario respecto de posibles amenazas al joven, el titular de la comisaría de América, Roberto González, aseguró que “el menor imputó a dos policías que trabajaban aquí, pero aún hay que certificar si participaron o no”.