El empresario Luciano Benetton, uno de los titulares del imperio textil que lleva su apellido, ofreció al Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, 2500 hectáreas de tierras –parte de las 970 mil que posee en la Patagonia– para que familias mapuches las utilicen para su explotación. El ofrecimiento se anticipa a la discusión que surgirá en la reunión prevista para el próximo jueves, en Roma, entre Benetton y miembros de la organización mapuche 11 de Octubre, junto con Pérez Esquivel, en la que se planteará a los italianos la restitución de los territorios que pertenecen, por derecho ancestral, al pueblo mapuche. El anuncio del encuentro tuvo repercusión en los principales diarios italianos y agencias de noticias internacionales, lo cual sugiere que la oferta de la empresa apunta a revertir la presión mediática y a mejorar su imagen tras los conflictos judiciales con pueblos originarios.
Pese a que desde 2002 mantuvo un litigio ampliamente difundido con una familia mapuche, el ofrecimiento de Benetton no fue hecho a esa comunidad sino a Pérez Esquivel, mediante una carta en la que lo califica como un “garante de reconocida integridad y profundo conocedor de la situación patagónica”. En el texto, la empresa le pide que “la unidad productiva de tierra patagónica de 2500 hectáreas de buena calidad, cerca a Esquel”, se destine “a los usos que considere oportunos a favor de las poblaciones indígenas”.
Respecto de estas consideraciones, el Servicio de Paz y Justicia, que preside Pérez Esquivel emitió una respuesta en la que sostiene que “nadie puede ser garante de tierras que pertenecieron siempre a los mapuches”; agrega al respecto que son “los hermanos mapuches los que tienen que decidir sobre el ofrecimiento”, y concluye que “un verdadero acto de convivencia con los pueblos de la Patagonia sería la restitución efectiva (de las tierras) y no una donación”.
“Benetton siempre tuvo una posición muy rígida, de denuncias penales hacia la comunidad mapuche, lo cual le valió el repudio generalizado. Y ahora el tremendo poder que tiene se le está poniendo en contra”, dijo a Página/12 Eduardo Hualpa, codefensor de Atilio Curiñanco y Rosa Rúa Nehuelquir, el matrimonio que debió abandonar sus tierras del predio Santa Rosa, en Esquel, provincia de Chubut, luego de que la Justicia fallara a favor de la Compañía Tierras del Sud, propiedad de los Benetton, en un juicio que iniciaron por usurpación de 535 hectáreas.
Para el encuentro del jueves, en Roma, los representantes mapuches pusieron como condición que no se hable de “cesión” de tierras sino de “restitución, o devolución”, ya que el primer término implicaría reconocer que la posesión es efectivamente de Benetton. Y la empresa aceptó ese pedido. El pueblo reclama la restitución de la totalidad de sus tierras. En este sentido, Hualpa dudó de que “la posición de los representantes varíe durante el encuentro porque no creo que tengan el mandato de la comunidad para hacerlo”.
El planteo que se hará frente a los empresarios italianos coincidirá con la exposición que Pérez Esquivel hará en la cumbre de los Nobel de la Paz mañana en esa misma ciudad.

Informe: A. F. D.