Vie 31.12.2004

SOCIEDAD  › MARCELO SAJEM MURIO AYER DESPUES DE 36 HORAS DE AGONIA

La esposa del violador pidió perdón

“Pido disculpas a la sociedad y a las víctimas, en mi nombre y en el de mis hijos”, dijo la mujer. Y suplicó que respeten su dolor.

› Por Camilo Ratti

Desde Córdoba

Marcelo Mario Sajem, el hombre a quien se le adjudica ser el violador serial que asoló la ciudad de Córdoba, murió ayer a la mañana en el Hospital de Urgencias de esta ciudad, donde estuvo internado durante treinta y seis horas, con diagnóstico de muerte cerebral, después de haberse disparado un tiro en la cabeza. Zulma, quien fue su esposa y había sido hospitalizada por un shock nervioso, habló ayer por primera vez con un medio local: pidió “perdón” a la sociedad cordobesa por los delitos cometidos por su marido y, tras solicitar que la respeten en su dolor, contó que fue ella quien colaboró con la policía en la investigación del caso. En tanto, desde Salta, Ana, una de las víctimas del violador serial, quien se hiciera conocida por la cadena de mails que lanzó hace meses contando su experiencia, dijo que hubiera preferido que Sajem se “muriera en la cárcel”.
“Lo único que funcionaba era su actividad cardíaca, que cesó a las 8.07”, informó ayer Laura Ortiz, subdirectoria del Hospital de Urgencias, donde murió finalmente Marcelo Mario Sajem.
Su esposa, recuperada en parte de la crisis nerviosa que la obligó a hospitalizarse, pidió disculpas a la sociedad cordobesa y a las familias de las víctimas. Se encerró en su casa y no quiso atender a la prensa, pero mantuvo un breve diálogo a través de la puerta con un cronista del Canal 12 local. Todavía atormentada por lo ocurrido, exigió que la “respeten” y hasta sugirió que si era hostigada por la prensa podría adoptar “una drástica decisión”. “Tengo todo mi dolor, soy una buena persona y mi marido fue un excelente padre”, dijo entre la mirilla de la puerta de su casa del barrio Urquiza, donde sus vecinos aseguran que le brindarán todo su apoyo, “porque ella no sabía nada de lo que hacía su marido, y son excelentes personas”. “Soy una persona normal, no soy lo que andan diciendo. Colaboré con la policía, no oculté ni oculto nada, quiero que me dejen darle un velatorio normal a mi esposo”, indicó la mujer, quien agregó: “A la sociedad, mis perdones en mi nombre y en el de mis hijos, a las familias de todas esas chicas les pido disculpas”.
Por su parte, Ana, la joven que contó su caso públicamente, dijo desde Salta, donde vive, que tiene sentimientos encontrados ante lo ocurrido. “Por un lado es la realidad, me siento un poco más aliviada al saber que ese sujeto no está suelto y que no va a seguir haciendo daño, que no va a seguir arruinando vidas, que está muerto, pero a mí me hubiera gustado que se hiciera justicia como se tiene que hacer”, señaló desde su ciudad natal a Canal 8 de Córdoba. “El tipo eligió la vía más fácil, la sacó barata porque me imagino que la hubiera pasado mucho peor en prisión, y es lo que todos hubiéramos preferido, hablo en nombre mío y me parece que en nombre de todas las víctimas”, sostuvo.
El fiscal Juan Manuel Ugarte, quien llevó adelante la investigación, resaltó que el caso de Marcelo Sajem es “inédito internacionalmente”, ya que se le atribuyen sesenta ataques sexuales contra mujeres, treinta y seis de los cuales ya quedaron judicialmente corroborados. Además, aclaró que continuará con la investigación porque “cada hecho en sí tiene que ser esclarecido y se debe establecer fehacientemente si puede ser atribuido a esta persona”.
Aunque con la vida de Sajem se terminaron sus violaciones, y la mayoría de la gente siente alivio ya que no habrá nuevos ataques, la sensación que tienen los cordobeses es que el hombre se salió con la suya: que el disparo que se pegó en la cabeza y que ayer acabó con su vida después de treinta y seis horas de agonía se parece más a una salvación que a un castigo.

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