Mié 05.01.2005

SOCIEDAD

Recaudan millones para las víctimas del tsunami

A través de mensajes de texto, internet o números telefónicos, en Europa recaudan millones de euros para asistir a las víctimas del tsunami. En Francia reunieron 1,5 millón en un solo día. Italia ya llegó a los 15 millones.

Por Eduardo Febbro
Desde París

Por primera vez en la historia moderna, los medios de comunicación derivados de las nuevas tecnología desempeñaron un papel primordial en la asistencia, búsqueda y apoyo a las víctimas del maremoto que azotó 8 países de Asia. Internet, teléfonos celulares, mensajes de texto electrónicos o telemedicina, la panoplia de soportes del denominado mundo “virtual”, fue decisiva. Solamente en Francia, la operación “Un SMS (mensaje de texto) para Asia” permitió recolectar más de un millón y medio de dólares en apenas un día. Lanzada por los tres operadores telefónicos del país, Bouygues Telecom, SFR y Orange, en beneficio de tres organizaciones humanitarias, la Cruz Roja, el Socorro Popular y el Socorro Católico, la iniciativa consistió en poner tres números de teléfono a disposición del público a fin de que la gente enviara un mensaje de texto con la mención “ASIA”. Cada SMS equivale a un aporte de un euro (un dólar con 40 centavos). Con un total de 45 millones de abonados a los teléfonos celulares en Francia, los operadores calculan que la cifra de aportes podría multiplicarse por 20 en las próximas semanas.
La experiencia francesa no es la única en Europa. Mediante el mismo dispositivo basado en los SMS, Portugal lanzó un operativo semejante, Italia recaudó 15 millones de dólares, mientras que en Alemania los operadores obtuvieron más de tres millones de dólares durante la noche del 31 de diciembre. Los usuarios tenían que remitir un mensaje con la palabra UNICEF para validar su contribución. La ayuda brindada por los gobiernos y por las ONG encontró esta vez un complemento inédito en el seno de la población. Las nuevas tecnologías permitieron que la solidaridad espontánea que suscitó la catástrofe pudiese materializarse en lo concreto y de forma inmediata gracias a una suerte de aporte que, aunque parezca virtual, es totalmente real. Uno de los responsables de la compañía francesa France Telecom reconoció que era la primera vez que los mensajes SMS se utilizaban a gran escala y en varios países con fines humanitarios. Sin embargo, el aporte de la telefonía celular no fue el único decisivo. Internet también ocupó un lugar destacado en la colecta de fondos, la búsqueda de personas perdidas o desaparecidas y el tratamiento a distancia de los heridos y enfermos. Los especialistas de las nuevas tecnologías ponen de relieve por ejemplo los blogs, esos portales de internet que funcionan como “diarios personales” y que, en el contexto de la catástrofe de Asia, ofrecieron testimonios espeluznantes de lo ocurrido. El portal Technorati.com contiene una amplia lista de links sobre esos testimonios. Apenas unas horas después del maremoto, en Tailandia se crearon decenas de portales internet con el objetivo de que los sobrevivientes pudieran hacer saber que estaban con vida.
Otros portales funcionaron como una auténtica base de datos con informaciones sobre la situación en los lugares afectados y links directos con la policía y los hospitales. En ambos casos, estas dos instituciones publicaban las listas de los heridos según sus nacionales y también fotos de los heridos y de los muertos no identificados. El portal del foro www.p-h-u-k-e-t.com, lanzado en Tailandia el mismo día de la catástrofe, recibió cerca de 700 mil conexiones en 24 horas. Andreas Hoistad, un informático noruego que intervino en la gestión del portal, afirma hoy que esa iniciativa “hizo posible que mucha gente encontrara a los suyos o supiera al menos qué les había ocurrido. Nosotros partimos del principio según el cual es mejor contar con una información, incluso si no es del todo segura, que carecer de toda información. Cuando hay gente desaparecida, cualquier pista, hasta la más pequeña, puede ser muy útil para las familias de los desaparecidos”. En diferentes proporciones, India y Sri Lanka vivieron una experiencia semejante.
Pero la característica más nueva y notable de esta catástrofe sigue siendo la manera en que el mundo entero manifestó su solidaridad por medio de las nuevas tecnologías. En este contexto, internet fue y es aún un inigualable proveedor de fondos. La Cruz Roja fue una de las primeras organizaciones humanitarias beneficiadas con la solidaridad virtual. Uno de sus responsables precisa que entre el 30 y el 31 de diciembre pasados se reunieron “más de un millón y medio de dólares vía internet únicamente en Francia”. La ONG Médicos sin Fronteras recolectó así un millón de dólares en Francia y 18 millones de dólares a través del mundo. “Hay una auténtica explosión de donaciones que nos llegan por Internet”, reconocen los responsables de Médicos sin Fronteras. La comparación con otras catástrofes naturales puede parecer dolorosa. Según constata Jean Marie D’Estré, director financiero del Socorro Católico, “el terremoto de Bam (Irán) y sus 30 mil muertos no produjo una movilización similar”. Bernard Kouchner, el ex ministro de Salud francés e inventor del discutido concepto “derecho de injerencia humanitaria”, explica la amplitud del fenómeno de lo que llama “la globalización de las conciencias”. Kouchner argumenta que las “donaciones privadas pueden convertirse en el dato milagroso”, pero también reconoce que “la mundialización del turismo jugó un gran papel. Si no hubiesen visto a sus ciudadanos golpeados por el terremoto, las sociedades occidentales no habrían reaccionado igual”. Lo cierto es que sin que haya sido necesario orquestar campañas gubernamentales masivas, la sociedad actuó como nunca lo había hecho hasta hoy por medio de los soportes comunicantes de las nuevas tecnologías.

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