Vie 28.01.2005

SOCIEDAD  › FINALMENTE, SERAN SOLO 40 LOS
FAMILIARES QUE PRESENCIEN LA SESION

Ibarra rinde su examen más difícil

El jefe de Gobierno se presenta hoy en la Legislatura a una virtual interpelación por la tragedia de Cromañón. Los familiares se quejaron por no tener más lugar en el recinto. Habrá un fuerte operativo de seguridad. El resto de los familiares hará una vigilia. Irán algunos partidos.

› Por Mariana Carbajal

Apenas cuarenta familiares de las víctimas de Cromañón podrán, finalmente, presenciar hoy la virtual interpelación al jefe de Gobierno porteño. El cupo para el público fue decidido ayer por los presidentes de bloques en virtud de la gran cantidad de periodistas acreditados –casi un centenar– para cubrir una sesión en la que Aníbal Ibarra pondrá en juego buena parte de su futuro político y de su continuidad al frente de la ciudad. “Es una maniobra para silenciar a los padres, un contubernio político más para hacerle el juego a Ibarra”, consideró el abogado José Antonio Iglesias, cuyo hijo falleció en la catástrofe de Once, vocero de uno de los grupos más numerosos de familiares. A horas de enfrentar cara a cara a la oposición, Ibarra aseguró: “Vamos a ir con toda la verdad; lo que se hizo bien, lo que se hizo mal, lo que faltó” y pidió que la sesión en la que dará sus explicaciones sobre la tragedia del 30 de diciembre transcura en “un marco de tranquilidad, de orden y de seguridad” y que no haya “especulación política”.
El reducido cupo asignado al público cayó muy mal entre los familiares, que vieron en esa decisión una maniobra para favorecer al jefe de Gobierno. “Nosotros somos los que vamos a levantar el dedo más acusador. Esto demuestra que la sesión va a ser un circo en el que participan hasta los legisladores que dicen que lo querían interpelar”, disparó Iglesias. El abogado señaló que la selección de quiénes entrarán al recinto correrá por cuenta de los propios familiares de las víctimas. Los demás seguirán el interrogatorio a modo de vigilia afuera de la Legislatura. Pero el megaoperativo de seguridad que se montará en torno del histórico edificio de Perú 130 los dejará bastante lejos de la puerta. Está previsto que el vallado cierre el acceso a la Legislatura una cuadra a la redonda y que haya un gran despliegue policial superior, incluso, al del día en que se aprobó el nuevo Código Contravencional, según adelantaron fuentes del Ministerio del Interior. Los efectivos policiales, aclararon, estarán desarmados.
El número de lugares asignados para el público fue definido ayer en la reunión de Labor Parlamentaria por los presidentes de bloques, teniendo en cuenta que en las gradas hay espacio para unas 120 personas y será ocupado en su mayoría por la prensa. El Interbloque de Izquierda pretendía que la sesión fuera de acceso libre a los familiares, pero esta moción fue rechazada por la mayoría. También la izquierda planteó que se habilitara un salón contiguo con pantallas gigantes para que los familiares pudieran seguir el debate desde allí, pero el vicepresidente primero del cuerpo, Santiago de Estrada, alegó que no podía garantizar la seguridad, y que una vez adentro del edificio no se podría evitar que los familiares pretendieran llegar al recinto. Por una cuestión de espacio, también habrá cupo para asesores de diputados: sólo podrá entrar uno por cada bloque.
La cuestión del número de familiares que seguirán en vivo y en directo la sesión era el último detalle formal que quedaba pendiente establecer. La sesión está convocada por un decreto de Ibarra a las 17, pero se calcula que no comenzará antes de las 18. El día y el horario elegido para ir a la Legislatura a dar explicaciones sobre la tragedia de Cromañón no fue azaroso. Descontando que hará una exposición de no menos de dos horas, Ibarra se asegura que su discurso acaparará la cobertura de los noticieros vespertinos de televisión. Los mayores cuestionamientos al jefe de Gobierno, que provendrán de los bloques de izquierda –pedirán su renuncia–, quedarán para entrada la madrugada, de acuerdo al orden votado el miércoles por los presidentes de bloques. Ayer, sin éxito, la izquierda pretendió modificar el ordenamiento y exponer en tercer lugar. Para Ibarra es una ventaja que el día siguiente sea sábado, ya que se trata de una jornada con escasos programas periodísticos, lo que le garantiza un menor “rebote” del tema. No están previstos cuartos intermedios. Ibarra quiere agotar el interrogatorio de una sola vez. Le jugaría en contra que se vote un cuarto intermedio –se aprueba por mayoría simple– para continuar la sesión la semana próxima. Ese es uno de los escollos que podrían complicar la estrategia ibarrista; el otro, será la actitud que tome el puñado de familiares que accedan al recinto. “No será lo mismo que sigan la sesión en silencio, que si lo insultan y le gritan asesino”, graficó un legislador.
Ayer, el gabinete de Ibarra se mantuvo en “sesión permanente” para delinear los últimos puntos de su exposición. En la línea argumental trabajaban junto a Ibarra, su hermana, Vilma, el secretario de Gobierno, Raúl Fernández, y Laura Moresi, una de las tres diputadas que tiene el ibarrismo en la Legislatura. Finalmente, Ibarra no se sentará en el lugar de los taquígrafos, como se había acordado en un principio, sino en el estrado, secundado por su gabinete y un cuerpo de siete u ocho asesores. “Vamos a ir con toda la verdad; lo que se hizo bien, lo que se hizo mal, lo que faltó”, aseguró ayer el jefe de Gobierno, en declaraciones a una radio, e insistió: “Se trata de un informe sobre la peor tragedia que ocurrió en Argentina por causas no naturales y esa sola situación merece que se pueda exponer con tranquilidad y que no sea ninguna especulación política”.

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