Familiares de reclusos de la cárcel del barrio porteño de Villa Devoto protestaron ayer por la tarde frente al penal por el trato en las requisas de las visitas. Los manifestantes, con sus caras encapuchadas y portando bastones, realizaron una quema de maderas y basura en la puerta de la unidad sobre la calle Bermúdez, que poco después fue apagada por bomberos de la Policía Federal. Desde algunas ventanas de la cárcel se podía ver al mismo tiempo a un grupo de detenidos que golpeaba tapas de cacerolas contras las paredes externas y quemaban trapos y papeles en respaldo a la protesta callejera. Voceros del Ministerio de Justicia aseguraron que dentro del penal “no hubo ningún tipo de incidente”. La situación quedó bajo control pasadas las 19.30.
Según las fuentes, el propio subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Alejandro Slokar, y el director del Servicio Penitenciario Federal (SPF), José Luis Soria, estuvieron en el lugar atendiendo los reclamos de los manifestantes. Según explicaron los voceros, las requisas a las visitas se hicieron más exigentes en Devoto a partir del hallazgo, hace cinco meses, de panes de trotyl en el patio interno del penal porteño, que podrían llegar a utilizarse en un posible intento de fuga. “A raíz de ese episodio se intensificaron y volvieron más estrictos los controles y revisaciones de las visitas y eso causó malestar entre los familiares de los presos”, explicaron las fuentes de la cartera de Justicia, de la que depende el Servicio Penitenciario Federal. El hallazgo de los explosivos ocurrió el 20 de septiembre último, y por el caso el juez federal Claudio Bonadío y el fiscal federal Carlos Rívolo tienen en sus manos una causa penal, mientras que el SPF inició un sumario interno.