El Ministerio del Interior y la Policía Federal deberán pagar 64 mil pesos más diez años de intereses a los padres de Alejandro Colado. Los intereses se cuentan desde el 14 de mayo de 1995, cuando Colado murió en la comisaría 49ª de Saavedra por un golpe que supuestamente se había dado en la cabeza, cuando pasaba por una borrachera lindante con el coma etílico. A esa seccional lo habían llevado cuando lo echaron de un local nocturno porteño “por los disturbios que provocaba”, según consta en el fallo, al que tuvo acceso Página/12. Los oficiales “lo pusieron a descansar”, pero lo encontraron muerto. Según los jueces de la Sala 2 de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, en la comisaría “deberían haber llamado a un médico para que lo atendiera”.
Una sentencia anterior había rechazado la demanda de los padres de Colado, al considerar que no existió responsabilidad policial. La autopsia practicada al joven de 23 años determinó que el fallecimiento se produjo por “congestión y edema agudo de pulmón como consecuencia de intoxicación etílica de intensidad fatal”. Pero el golpe en la cabeza “provocó focos contusivo-hemorrágicos a nivel cerebral y cerebeloso”. Esta observación llevó a los camaristas en lo civil María Susana Najuriera, Marina Mariani de Vidal y Hugo Lezama a que entendieran que “de haberse encontrado en un medio asistencial adecuado, la posibilidad de muerte hubiera sido menor pues un adecuado manejo médico puede evitar un ulterior agravamiento del cuadro que lleve a un desenlace fatal”.
El fallo menciona que a las 21.30 del 13 de mayo de 1995, Colado fue sacado de un local nocturno “en estado de ebriedad y excitación psicomotriz”. En la comisaría 49ª “fue alojado en una celda y controlado en diversos horarios” por el sargento encargado de la guardia. El expediente detalla que “a eso de la 1.30 del 14 de mayo, fue hallado boca abajo, con la cabeza sobre el borde del catre de cemento, con los miembros superiores debajo del tórax y un charco de sangre bajo su cabeza y cuerpo”.
De acuerdo a la hipótesis del médico legista, adoptada por la sentencia penal, Colado se produjo el golpe cuando “perdió el equilibrio cayendo hacia atrás y golpeando sobre la región occipital con el borde de la pared ubicada por encima del caño empotrado, produciéndose la herida contusocortante”. Según ese dictamen, es posible que con ese golpe Colado cayera sin conocimiento sobre la cama, en la posición en que fue hallado.
Colado, que trabajaba y ahorraba para comprarse un auto, seguía un tratamiento por “consumo inadecuado y/o excesivo de alcohol y consumo ocasional de cocaína”. La autopsia indicó que, tres horas después de muerto, todavía tenía 3,52 gramos de alcohol por litro de sangre, por lo que el joven tenía un estado de intoxicación de fase 4 (coma profundo con posibilidad de complicaciones mortales). Pero, por la mayor tolerancia que tienen las personas con antecedentes de alcoholismo, a ojos de terceros parecía tener un nivel de intoxicación de fase 2.

Informe: Sebastián Ochoa.