En la controversia por determinar de quién dependía la seguridad la noche trágica en Cromañón, un testigo complicó ayer la situación del dueño del boliche, Omar Chabán, y de su hombre de confianza, Raúl Villarreal. El cantante del grupo de rock La 25, Junior Lescano, dijo ante el juez de la causa, Julio Lucini, que Chabán les había asegurado que en el local predominaba el “material ignífugo”, aunque después se comprobó trágicamente la presencia de la media sombra y el poliuretano, elementos inflamables a los que se adjudica la gravedad del siniestro que provocó la muerte de 193 personas. Junior aseguró también ante Lucini que Villarreal “tenía manejo” sobre las decisiones que se tomaban en el local. Lo que dijo Lescano tiene importancia porque cinco días antes de la tragedia del 30 de diciembre, La 25 había actuado en Cromañón y esa noche también hubo un incendio sin consecuencias graves para los asistentes al recital.
Lescano forma parte de una decena de músicos y personas vinculadas al mundo del rock que fueron citadas a declarar como testigos por el juez Lucini. El magistrado quiere determinar cómo se acordaba con Chabán el tema de la seguridad, dado que no existían los acuerdos por escrito porque el trato se hacía “de palabra”. Ayer fueron a declarar el líder de La 25 y el manager de la banda La Covacha, cuyo nombre no fue proporcionado. Junior confirmó que el 25 de diciembre, mientras La 25 tocaba en Cromañón, se produjo un incendio que fue apagado con agua porque “los matafuegos no funcionaban”. El músico aseguró que después del accidente, Chabán les recomendó a todos que se portaran bien porque “corrían grave peligro, pero después nos dijo a nosotros que siguiéramos tocando porque el material era ignífugo”. Algo muy similar había declarado antes el manager de Callejeros, Diego Argañaraz. El manager de La Covacha sostuvo por su parte que los acuerdos con Chabán “eran informales” y que el empresario les aseguraba que “ése era un lugar seguro donde tocar”.