Son las paradojas de la crisis. O lo que puede el dólar recontraalto. La temporada turística del próximo invierno apunta a convertirse en la mejor de los últimos años. Para garantizarlo, los principales operadores ya despliegan una fenomenal campaña en todos los países limítrofes para seducir la llegada de visitantes a la Argentina del post uno a uno: en Brasil, Chile, Uruguay y hasta en Bolivia. En paralelo a la publicidad en el exterior, los principales destinos turísticos del país diseñan las estrategias para encauzar la avalancha. Mientras que en Mendoza se apunta principalmente a la llegada de chilenos, en Salta esperan un aluvión de bolivianos, en ambos casos relacionados con el interés por las compras. En la Patagonia se están poniendo a punto las pistas de esquí y en Buenos Aires le buscan la vuelta a las típicas visitas guiadas, que incluirían dramatizaciones sobre hechos históricos.
Las autoridades de turismo y los operadores privados están lanzando diferentes estrategias de promoción para que el invierno supere los excelentes resultados de la Semana Santa. Con este objetivo, están diseñando las actividades fuertes de la temporada –cuyo momento clave, coinciden todos, son las dos semanas de vacaciones escolares en la Capital– con el criterio de extenderla lo más posible, para abarcar desde mediados de junio hasta fines de agosto.
El municipio de El Calafate se encuentra en plena tarea. “Pensamos hacer hincapié en los extranjeros, que se ven beneficiados por el tipo de cambio”, comenta la directora de Turismo, Anette Méndez. La funcionaria observa un notable cambio en la actitud de los turistas venidos de afuera: “Antes preguntaban cuánto tenían que pagar por determinados servicios o excursiones, ahora ya ni preguntan”.
Más al sur del país, Ushuaia salió con todo para promocionar sus virtudes. En abril, el secretario de Turismo de Tierra del Fuego, Guillermo Torre, visitó Brasil para difundir los atractivos provinciales. Según Torre, “la gestión tuvo excelentes resultados” y por eso está planeando un viaje similar a Punta Arenas, en Chile. Si el esquí es el deporte predilecto de los europeos, la nieve en sí misma es una aventura para los brasileños. “Es un producto nuevo para ellos, no son esquiadores natos, pero les gusta salir a recrearse en familia”, considera el funcionario. En las últimas semanas hubo un importante incremento en la cantidad de consultas y por eso prevalece en los encargados del turismo una sensación de aire fresco en medio de tanta crisis.
Mendoza sigue con la buena racha. Desde Semana Santa no para de recibir chilenos que, obsesionados por los tours de compras, recorren principalmente la capital, aunque también algunos otros destinos. Este mes, una misión del gobierno mendocino junto a 50 empresarios visitará Santiago de Chile y Valparaíso –después será el turno de San Pablo– para lanzar la temporada “con la idea de vincular las dos principales atracciones: la nieve y los caminos del vino, con recorridos por las principales bodegas”, según cuenta Mariana Juri, directora de Promoción. Además, la zona de Potrerillos inaugura el 4 de mayo una represa ubicada en medio de la montaña, apta para practicar navegación a vela.
Bien al norte, en Salta, el clásico Tren de las Nubes espera nuevos pasajeros. “En lo regional apuntamos a Bolivia, que es una población a la que la mayoría de los destinos turísticos argentinos no tiene en cuenta”, dice el secretario de Turismo, Bernardo Racedo Aragón. Devaluación mediante, los bolivianos son a Salta como los chilenos a Mendoza: empedernidos adeptos a los tours de compras. Pero los salteños no escapan a las generales de la ley y también miran con cariño hacia Brasil. “Tenemos un vuelo San Pablo-Salta y hemos puesto una casa de Salta en esa ciudad brasileña porque es un mercado novedoso para ellos, donde pueden realizar turismo aventura y pesca”, continúa el secretario. Rosario de la Frontera, con sus aguas termales, se presenta como una de las favoritas del público.
Bariloche recibió un 30 por ciento de turismo internacional durante la Semana Santa y espera aumentar el porcentaje para la temporada invernal. “El brasileño no tiene nieve y viene a consumirla aquí –destaca Sebastián Di Nardo, secretario de Turismo municipal–. Le gusta jugar con la nieve, por eso se los llama cariñosamente los ‘tirabolas’.” De acuerdo al funcionario, Bariloche “trata de venderse como un resort de montaña porque tiene vida en la naturaleza y atractivos de ciudad”.
“La mesa bien servida es la provincia completa y el postre son las Cataratas.” Con esta definición, el director de Promoción Turística de Misiones, Luis Spasiuk, deja en claro que la estrategia provincial es que la gente visite otros destinos misioneros, aparte del clásico Iguazú. Por eso, están difundiendo las opciones provinciales en Brasil y Uruguay. “A los brasileños les interesa mucho el ecoturismo o el turismo de estancia, que se está vendiendo muy bien”, ejemplifica. A partir de Semana Santa se observó también un regreso de uruguayos que promete mantenerse.
Para la ciudad de Buenos Aires también hay que pasar el invierno. “A partir de la devaluación se espera un incremento del turismo regional”, sostiene Jorge Purciariello, subsecretario de Turismo porteño. El tango como símbolo es el punto de partida de las campañas de difusión, que se repetirán en Brasil y Santiago. “Queremos promover el Malba, el Puente de la Mujer que está en Puerto Madero y la flor diseñada por el arquitecto Catalano”, añade el subsecretario. Además, se ofrecerá a los turistas una recreación teatral de hechos históricos en el mismísimo lugar donde sucedieron.
Todos los consultados destacan los buenos resultados de la Semana Santa como el puntapié inicial para la temporada que se acerca. “Es históricamente un presagio”, coincide Racedo Aragón desde Salta. Pero aclara: “Tendremos una muy buena temporada, si los parámetros económicos no cambian 180 grados”. Los 200 millones de pesos dejados por los 200.000 turistas extranjeros en aquellos cinco días feriados –según datos de la Secretaría de Turismo de la Nación– son un horizonte más que apetecible.
Producción: Romina Ruffato