SOCIEDAD
Dos policías detenidos en Morón por cobrar para abrir la celda
Tres presos pagaron 10 mil dólares y les abrieron la puerta de la 1ª de Morón. Dos oficiales detenidos y un comisario prófugo.
› Por Horacio Cecchi
Abrieron la puerta que jamás podrían haber abierto. Miraron para un lado. Miraron para otro. Sin moros en la costa, salieron. Cruzaron la supuesta guardia. Abrieron el portón de calle y silbando bajito se perdieron entre el gentío de Mitre al 900, la calle principal de Morón. Ninguno de los tres presos se llama Francisco, pero salieron de la comisaría 1ª de Morón como Pancho por su casa. Ocurrió el domingo 6 de marzo pasado. La información sobre la fuga empezó transitando las noticias con la dudosa figura de la fuga en motín. Pero dos de los Panchos fueron recapturados y terminaron cantando otro bolero: el trío había pagado 10 mil dólares para que le abrieran la puerta. Fueron detenidos el teniente primero Walter Barrios y el subteniente Ernesto “Sapo” Pereyra, acusados de haber cobrado al menos parte de los billetes. Está prófugo el capitán Juan Acuña, jefe del servicio del día en que supuestamente se fugaron.
La 1ª se encuentra en Mitre 939, la avenida principal de Morón. En el piso superior de la comisaría se encuentra la Jefatura Departamental de Seguridad. O sea, en la zona, policías no faltan. Pero el primer fin de semana de marzo, como se verá más tarde, la propia comisaría se transformó en zona liberada y no se podía encontrar un milico a cuadras a la redonda. Según las informaciones de aquel momento, el 6 de marzo tuvo lugar un motín. Calmada la cosa, en el recuento, el oficial a cargo salió al grito de “¡se fugaron!”. Tres presos, según la información, habían aprovechado la confusión para burlar arteramente la guardia y desaparecer por los fondos.
Pero, a los pocos días, dos de los tres prófugos fueron recapturados y en su declaración aseguraron que habían pagado para que les abrieran la puerta de la celda. Llevados ante el fiscal Nº 1 de Morón, Alberto de los Santos, no sólo confirmaron la versión, sino que además dieron detalles minuciosos de las negociaciones y los billetes desembolsados. Fuentes judiciales aseguraron a Página/12 que la suma declarada fue de 30 mil pesos. La investigación avanzó además sobre los testimonios de los familiares de los presos. Según aseguró ayer el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, “hay prueba testimonial suficiente y creíble” para probar que policías de la comisaría 1ª de Morón abrieron la puerta de la seccional para dejar escapar a tres presos a cambio de dinero. Según Nieva Woodgate, “actuaron con total desparpajo”.
Lo que tomaron como cierto los fiscales es que los presos y sus familiares reunieron los 30 mil pesos y los entregaron, según las declaraciones, al teniente primero (oficial principal o inspector en el viejo escalafón) Walter Barrios y al subteniente (suboficial mayor, principal o sargento ayudante) Ernesto “Sapo” Pereyra. Luego de cobrar, les abrieron la puerta y salieron caminando como Panchos por su casa. Una versión señala que el Sapo y Barrios habrían recibido 7 mil, con lo que quedaría la nada antojadiza sospecha de que hubo plata que subió escalones.
También hubo orden de detención para el capitán (comisario y subcomisario) Juan Fernando Acuña, a cargo del servicio aquel día. Según el parte oficial, Acuña está “prófugo a punto de entregarse”. El trío fue pasado a disponibilidad preventiva. Algunas versiones señalan que la fuga no se produjo el 6 sino entre el 4 y el 5, pero que la fecha fue armada el 6 para perjudicar a Acuña y zafar a otro. De ser así, los 23 mil restantes giraron en dirección del bolsillo del prófugo a punto de entregarse. El caso guarda un notable parecido al informado por este diario el 17 de febrero de 2003: la fuga del Enano Quinteros, de la 6ª de Morón, quien pagó 10 mil dólares al cabo Mario Barrios para que le abriera la puerta el 13 de octubre de 2000. La fuga fue denunciada como realizada el 15, cuando no estaba de guardia el jefe de la seccional, entonces subcomisario Marcelo Andrade, quien fue procesado y sumariado y al mismo tiempo premiado y ascendido, mientras que las tintas de la Justicia y Asuntos Internos se cargaron sobre las guardias del día 15.