A casi cuatro meses de su detención, Omar Chabán pedirá a través de sus abogados un cambio de carátula que le permita obtener la excarcelación. Así lo adelantó ayer su abogado, Pedro D’Attoli, quien la semana próxima le solicitará al juez Julio Lucini que el delito por el que se investiga a Chabán sea considerado como homicidio culposo, una figura que es excarcelable. El dueño de lo que fue República Cromañón es uno de los dos detenidos en la causa –el otro es su hombre de confianza, Raúl Villarreal– y está procesado, con prisión preventiva, por 193 homicidios con dolo eventual. “Los ex funcionarios, responsables de la habilitación, siguen libres y a Chabán le tiraron con todo el Código Penal por la cabeza; es un chivo expiatorio”, se quejó el abogado.
–A principios de enero, usted dijo que Chabán era responsable de lo que había ocurrido y que estaba bien que estuviera detenido ¿qué cambió en estos meses? –le preguntó este diario al defensor.
–Estudiamos la causa, que ya tiene 84 cuerpos, y encontramos elementos para demostrar que no existió de parte de él ninguna acción dolosa que provocara el incendio y las muertes.
D’Attoli ya tiene preparada la batería de argumentos con los que intentará convencer al juez de que su defendido puede esperar en libertad el juicio oral y público por la causa Cromañón.
El primero de ellos es que el gas que mató por asfixia y envenenamiento a la mayoría de las víctimas es, según las pericias, ácido cianhídrico, que provendría de los paneles acústicos del local, hechos de poliuretano, “un material que no está cuestionado por las normas IRAM y que es utilizado en la mayoría de los locales bailables y oficinas de la ciudad”, argumentó el abogado a Página/12. D’Attoli agregó que, por ejemplo, en Estados Unidos existen normativas que obligan a neutralizar ese ácido con óxido de cobre y que, ante una inhalación accidental, las ambulancias que asisten a las víctimas llevan un antídodo contra ese gas letal, en lugar de oxígeno, “todo lo contrario de lo que pasó aquí”, según el defensor de Chabán.
Otro argumento que esgrimirá el abogado es que la trágica puerta del boliche que daba al garaje del hotel lindero y que estaba cerrada con candado “no era la de emergencia”: la que estaba habilitada para ese fin es la que daba a la calle Mitre, “que estaba abierta”. “Llegamos a esa conclusión a partir de una declaración del director de Obras Particulares de la ciudad, que analizó los planos de Cromañón”, agregó el abogado.
El argumento no tiene en cuenta la señalización del local, que indicaba como salida de emergencia a la puerta clausurada, lo cual explica por qué en ese lugar fueron halladas la mayoría de las víctimas fatales.
Para D’Attoli, los principales responsables de la habilitación irregular del local son las autoridades del área de inspección, “que ahora se pelean entre ellos en los careos”, y los titulares de la empresa Lagarto SA, que figura como responsable del local y es la que le alquiló a Chabán el lugar para organizar sus espectáculos de rock. También intentará desligar a Chabán de la responsabilidad por el ingreso de bengalas, ya que “la seguridad estaba en manos de Callejeros”, según su criterio.
Aunque será difícil revertir la calificación del dolo eventual: la jueza María Angélica Crotto, al dictar el procesamiento, consideró que Chabán estaba advertido del peligro de incendio, tal como él mismo lo dijo ante la multitud en Cromañón, y estaba en sus manos suspender el recital, algo que no hizo.
No obstante, al pedir la libertad de su defendido, D’Attoli adjuntará jurisprudencia de la Sala I de la Cámara del Crimen porteña, en un caso en el que se declaró inconstitucional la prisión preventiva cuando se entiende que el procesado no se profugará ni entorpecerá el accionar de la Justicia. Según informó ayer la agencia Télam, la Sala I se pronunció en ese sentido en recientes fallos.
Así, las posibilidades de que se le acepte el planteo no son remotas ya que el tribunal de alzada que corresponde al juzgado a cargo de la causa es la Sala V, dos de cuyos integrantes se excusaron de intervenir en ese expediente por tener vínculos con las partes. Y a partir de esas excusaciones, la Sala V debió conformarse para este caso con otros dos camaristas, entre ellos uno de la Sala I, Gustavo Bruzzone, uno de los que firmó a favor de la inconstitucionalidad de la prisión preventiva. Fuentes judiciales revelaron que justamente a partir de esta nueva integración de la sala, la defensa de Chabán habría decidido apelar el procesamiento y pedir la excarcelación.
Mientras tanto, en su celda de Marcos Paz, Chabán estudia el expediente con la idea de presentarse a dar su versión de los hechos ante el juez.