La causa por Cromañón tendrá otra complicada semana. A partir de hoy, y durante tres jornadas, el juez Julio Lucini tomará declaración indagatoria a los seis integrantes de Callejeros por el delito de “homicidio culposo”. La Justicia sostiene que los músicos alentaron el uso de bengalas la noche de la tragedia y permitieron el ingreso de más de 4 mil personas. La pena va de dos a cinco años de prisión. En tanto, ayer las Madres del Dolor acompañaron a un grupo de familiares en el entierro de Mariana Márquez, la madre de una adolescente de 16 años que murió durante la tragedia. Tenía 34 años. Y según sus allegados, el dolor de la pérdida de su hija habría acelerado el proceso de una enfermedad que padecía.
Los músicos comenzarán a declarar a partir de las 9 de la mañana en el Palacio de Tribunales de Talcahuano 550. El primero que pasará por el despacho de Julio Lucini será Patricio “Pato” Santos Fontanet, líder y cantante de la banda. Será su segunda declaración ante Lucini. El músico lo hizo por primera vez el 4 de marzo pasado en una presentación espontánea en la que deslindó toda la responsabilidad de la tragedia en Omar Chabán y su mano derecha, el ahora detenido ex jefe de seguridad Raúl Villarreal.
El juzgado supone que las indagatorias serán extensas, por eso fijó tres días para realizarlas y tendrán lugar hoy, mañana y el jueves. Tras Fontanet, el juez escuchará al guitarrista Elio Delgado, el baterista Eduardo Vázquez, el bajista Cristian Torrejón, el saxofonista Juan Carbone y el otro guitarrista, Maximiliano Djerfy. Mariano Silvestroni, uno de los abogados de la banda, ayer anticipó parte de los fundamentos de su defensa. Los músicos no sólo apuntarán a Chabán y Villarreal sino también al gobierno porteño. Lo acusarán no sólo por no impedir ni controlar el uso de las bengalas antes de diciembre de 2004, sino también por fomentar su utilización, tal como lo explicó este diario en su edición de ayer. Intentarán, dijo, “impedir que les trasladen a Callejeros las responsabilidades que tuvieron Chabán y los funcionarios del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires” en la tragedia. Para eso, intentarán demostrar “cómo era la mecánica habitual de los recitales de rock, en los cuales siempre se utilizaban bengalas y jamás fue suspendido alguno de ellos por orden del gobierno porteño”.
En González Catán, a varios kilómetros de Tribunales, los familiares de Mariana Márquez continuarán con su jornada de duelo. Mariana fue una de las personas que a comienzos de año increpó a Aníbal Ibarra públicamente por la muerte de su hija. “El grito de Mariana por su hija está en nosotros”, dijo ayer profundamente dolida María de Negri, una de las Madres del Dolor. “La sociedad entera no sabe a dónde nos condenan cuando nos matan un hijo”, expresó.
María de Negri explicó el proceso que aparentemente concluyó con la agudización de un cáncer que sufría Mariana, que derivó en su muerte. “Mariana tenía su enfermedad controlada, pero después de todo esto no sabés lo que te puede pasar; cada uno de nosotros ve un poco en lo que le pasó a ella, lo que nos puede suceder; nos destruyeron, nos dejaron sin justicia, y su cuerpo no resistió más. Hoy no está más para gritar justicia”, explicó.