Si bien para algunos el amor o la pasión enceguecen, para la ciencia norteamericana eso no es posible cuando hay Viagra de por medio. La Dirección de Alimentos y Fármacos (FDA) de los Estados Unidos negó una posible relación entre la ingesta de ese medicamento destinado a hombres con problemas de erección con un tipo de ceguera registrado en algunos pacientes. La afirmación se produjo luego de que se conocieran al menos 43 casos de ceguera que hicieron circular la versión de que el consumo de Sildenafil tuviera alguna relación con la pérdida de la vista. “Hemos recibido un número de informes –afirmó una vocera–, pero hasta ahora no hay pruebas que vinculen esos casos con la administración de un medicamento” que el año pasado vendió por más de 1600 millones de dólares.
Susan Cruzan, portavoz de la FDA, precisó que ese organismo recibió 43 informes de posibles casos de ceguera en pacientes, 38 de los cuales consumieron Viagra, cuatro que tomaron Cialis, y uno que usó Levitra; las tres sustancias utilizadas para el combate contra los problemas de disfunción sexual masculina.
“Cuando tenemos casos de ese tipo los discutimos con el laboratorio farmacéutico para que lo mencione en la etiqueta del medicamento de forma que los médicos y los enfermos estén informados. Se trata sólo de una simple precaución”, sostuvo Cruzan. Ante las sospechas de los casos que no se habían registrado antes y que sorprendieron a más de uno, la empresa farmacéutica que elabora Viagra, Pfizer, estudia seriamente la posibilidad de cambiar y “actualizar” las etiquetas de su producto “de manera que quede reflejado que han ocurrido estos casos oculares muy raros”, declaró Daniel Watts, uno de sus voceros.
La afección ocular registrada en las denuncias se denomina neuropatía óptica isquémica anterior, no arterítica (Naion, en inglés). Y suele hacerse presente en hombres diabéticos o que padecen una enfermedad cardiovascular. De acuerdo con los Centros para Control y Previsión de Enfermedades (CDC) estadounidenses, cada año ocurren entre mil y seis mil casos de ese tipo de ceguera repentina entre hombres mayores del territorio estadounidense.
Ambas patologías –diabetes y cardiopatías– suelen devenir en la impotencia sexual del enfermo que, ante esta situación, suele recurrir a psicofármacos que le posibilitan ponerse de pie frente a su mal. De hecho, es sabido que los psicofármacos como Viagra, Cialis o Levita son contraindicados para pacientes con afecciones cardíacas, y así lo dicen sus envases. Pero además de determinar una posible relación entre esas afecciones y el medicamento, también tratará de determinarse si otras enfermedades pueden devenir en efectos no previstos ante la ingesta de las píldoras.
Para Susan Cruzan, portavoz de la FDA, “se toman muy en serio los (43) informes” presentados ante esa oficina, pero aún “no hemos establecido ninguna relación de causa-efecto entre el Viagra y el Naion. Esta forma de neuropatología óptica se produce también en los hombres del mismo grupo etario que no consumen Viagra”, agregó. Por las dudas, el Cialis, producto del laboratorio Eli Lilly, ya agregó una advertencia en sus envases sobre los posibles efectos oculares que provocaría su ingesta. Levitra, de la empresa farmacéutica Glaxo Smith Kline, aún no tomó una decisión.
Otra de las primeras cuestiones que se tratará de determinar en la FDA es si el problema en la vista se produjo cuando los usuarios estaban bajo el efecto del medicamento, cuyas consecuencias vigorizantes suelen durar hasta cuatro horas.
Se estima que, en todo el mundo, más de 24 millones de hombres usaron Viagra, el primero y más famoso de los diversos medicamentos de su tipo, aprobado por el gobierno estadounidense en 1998. Sólo el año pasado, las ventas mundiales ocasionaron en la empresa que lo produce una facturación de 1600 millones de dólares.