SOCIEDAD
› OPINION
Alianzas
› Por Tulio Del Bono *
Si la clave del desarrollo en la nueva sociedad radica en el saber, difícilmente los países centrales van a poner el conocimiento de punta que ellos poseen a disponibilidad de los países periféricos. Por eso, la única alternativa que nos queda es romper la dependencia tecnológica y crear y fortalecer capacidades de investigación nacionales para generar conocimiento relevante propio.
Pero debemos ser realistas: en materia de investigación, la brecha a cubrir es grande y nuestros recursos son escasos. Por eso es imprescindible plantear alianzas estratégicas con otros países periféricos que apuesten como nosotros al desarrollo basado en la innovación.
En este sentido, viajamos recientemente a Argelia y Túnez, respondiendo a una invitación de las autoridades científicas y tecnológicas de esos países pero, también, porque creemos que para Argentina la vinculación con Argelia y Túnez tiene una especial importancia estratégica.
Ambos países significan un nexo con los demás países árabes y con Africa en su conjunto: Argelia coordina los programas de investigación y desarrollo de Biotecnología en el continente africano; los dos países son muy cosmopolitas y representan “bisagras” de articulación entre culturas europeas y africanas. Están atravesando importantes fases de desarrollo basado en el conocimiento y le asignan a la educación, la ciencia y la tecnología roles centrales en sus estrategias de gobierno. Tienen problemas y oportunidades similares a los de Argentina y se interesan en sumar esfuerzos a los nuestros.
Algo importante de destacar es que las autoridades de la actividad científica y tecnológica de Argelia y Túnez reconocen y valoran la calidad de nuestros recursos humanos. Esto se debe a la buena trayectoria científica argentina y a algunos hechos puntuales del pasado reciente, como es el caso del Reactor Nuclear de experimentación que está funcionando perfectamente desde hace 20 años en Argelia, diseñado y construido por la empresa argentina Invap, la cual, además de vender el reactor, transfirió tecnología y formó científicos argelinos.
Debemos destacar el afecto y la amabilidad con que fuimos recibidos tanto en Argelia como en Túnez. Más allá de la hospitalidad de sus habitantes, pudimos percibir claramente un especial cariño y respeto hacia la Argentina, que valoramos y agradecemos enormemente.
Creemos que se ha generado un muy valioso espacio de cooperación entre Túnez, Argelia y Argentina, que nos comprometemos a llenar con actividades relevantes para beneficio de todos.
* Secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (SECyT) de la Nación.