La ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, dio a conocer ayer los datos de “Rendimos Cuentas”, un informe anual sobre la gestión de su cartera durante los últimos doce meses. En ese lapso se destinaron más de 600 millones de pesos en asistencia alimentaria para personas de bajos recursos económicos. Asimismo, el gasto de financiamiento de los planes bajó del 4 al 2 por ciento respecto del período anterior.
El informe se presentó en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, durante un acto encabezado por el presidente Néstor Kirchner. El documento incluye datos acerca de las políticas sociales que se implementan en el área nacional por medio de tres programas. Uno de ellos es el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, conocido con el nombre de “El hambre más urgente”, en el que se invirtieron 617.800.000 pesos, de acuerdo con los datos difundidos. De ese total, 397.600.000 fueron destinados a una de sus líneas de acción que se denomina “Asistencia Alimentaria Directa”, recibida por 1.400.000 familias.
En el marco de ese mismo plan, se entregan bolsones de alimentos a sectores “de alto riesgo social, donde es necesaria la intervención urgente”. Desde mayo de 2004 al mismo mes de 2005 se utilizaron 82.700.000 pesos en esa ayuda. Otra línea de asistencia es el plan Pro Huerta, que promueve la autoproducción de granjas familiares o comunitarias. Durante el último año recibió 9.500.000 pesos.
Dentro del Plan de Seguridad Alimentaria también se brinda ayuda a comedores escolares para complementar los recursos provinciales. De acuerdo con el informe, en esta área se invirtieron 78.000.000 de pesos.
Un segundo campo está representado por el Plan Nacional de Desarrollo Local y la Economía Social, denominado “Manos a la obra”, cuyo objetivo central es brindar asistencia técnica y financiera a quienes realicen emprendimientos productivos. De acuerdo con los datos, este programa recibió un total de 182.531.000 pesos.
La tercera pata de las políticas sociales es el Plan Nacional Familias, en el cual se invirtieron 1.597.100.000 pesos. Parte de ello se destinó a un programa llamado “Familias por la Inclusión Social”, en cuyo marco se otorga un subsidio a uno de los progenitores a condición de que ellos sostengan la asistencia escolar de sus hijos y el cuidado de su salud.
Otra línea de trabajo en este plan es la asistencia a organizaciones gubernamentales y no gubernamentales vinculadas con la problemática de la pobreza, en las que se invirtieron 8.537.714 pesos. Por otra parte, los gastos de financiamiento de los planes bajaron del 4 por ciento que se registraba en 2003 al 2 por ciento. Por lo tanto, el 98 por ciento de los recursos son destinados específicamente a los programas, según se informó.